El Banco de Israel ha anunciado que está colaborando con la Autoridad Monetaria de Hong Kong en la puesta en marcha de una moneda digital, que incluye la comprobación de los riesgos de ciberseguridad, durante los próximos seis meses.
Según un comunicado publicado por el banco, el proyecto conjunto, que comenzará en el tercer trimestre, utilizará una moneda digital del banco central (CBDC) que tiene dos niveles. El banco central se encargará de emitirla, mientras que los intermediarios financieros, como los bancos, deberán distribuirla.
Preparándose para el futuro
Tras archivar su esfuerzo inicial en 2018, cuando el banco central creó un equipo para desaconsejar la emisión de una versión digital del shekel, Israel está empezando a considerar la posibilidad de explorar una CBDC, aunque a trompicones.
Los analistas de Bank of America Corp señalan que, en algún momento, los bancos centrales van a lanzar sus propias monedas digitales para protegerse de la pérdida de control sobre sus sistemas monetarios frente a las criptomonedas descentralizadas o las monedas digitales ampliamente adoptadas como moneda digital.
La intención es que Israel y Hong Kong prueben la CBDC minorista para ver si los intermediarios pueden manejarla sin tener que exponerse financieramente a sus clientes para ver si esto les facilita el manejo de los ciberataques.
En un comunicado, el Banco de Israel declaró que el CBDC «sin exposición» tendría «menos riesgo financiero para el cliente, mayor liquidez, menores costes, mayor competencia y mayor alcance». Como parte del programa de prueba, también participará la Unidad de Innovación del Banco de Pagos Internacionales.
El Fondo Monetario Internacional calcula que alrededor de 100 países han adoptado o están considerando el uso de monedas digitales, aunque el campo de la investigación está todavía en sus inicios. Uno de ellos es China, donde 140 millones de personas ya se han conectado al sistema del yuan digital, incluidos los participantes en los recientes Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Pekín.
Los próximos pasos en la emisión y distribución de los CBDC son todavía imprecisos en muchos países. Muchos de ellos, como Israel, están probando y analizando los beneficios y riesgos de emitir un CBDC, mientras que hay muchos que se mantienen totalmente en contra de la idea.
Muchos expertos creen que los países trabajarán inevitablemente en las monedas digitales de los bancos centrales, y que deberían ofrecer este tipo de activos para atraer a más personas al sistema financiero. Algunos entusiastas de las criptomonedas, por otro lado, creen que las CBDC perjudican el ecosistema natural del mundo de las criptomonedas. Habrá que ver qué ocurre con el mercado y el sector de las CBDC en los próximos meses y años.
