El uso de las criptomonedas en Venezuela se identifica como un fenómeno que ha ido creciendo en el país desde hace algún tiempo. No obstante, no fue hasta 2017 cuándo la tecnología Blockchain captó la atención de sus gobernantes y decidieron tomar acciones al respecto creando su propio token, el Petro.
A través del portal local Versionfinal, se dio a conocer hace escasos días que varios economistas adeptos al gobierno de Nicolás Maduro, estarían estudiando la posibilidad de emitir una regulación drástica en torno a las criptomonedas, así como la suspensión de asignación de divisas para ayudar a mantener y reforzar el control cambiario.
Primeramente, hay que recordar que Venezuela es una nación marcada por una economía infructuosa, que nunca ha logrado en concreto una estabilidad. A este hecho se le suman los altos índices de corrupción que persisten en los distintos entes gubernamentales, además del drástico control cambiario, el cual es manejado a través de subastas a una tasa oficial, a la que pocas empresas privadas tienen acceso. No hay acceso a divisas para el ciudadano común, al menos por los canales regulares.
Lo anteriormente expuesto ha generado la aparición de una tasa paralela de dólar, que cambia diariamente e influye directamente en la economía nacional, devaluando cada vez más la moneda local, el Bolivar. Este entorno especulativo es denominado por las autoridades como “Guerra económica”, ante la cual el gobierno se ha visto ha tomado medidas alternativas, como la creación del Petro, para apaciguar la situación.
En este sentido, los constituyentistas (personalidades y representantes del Estado que integran la polémica Asamblea Nacional Constituyente) han redactado un documento donde se plantean 14 “recomendaciones para atender la coyuntura económica y marcar un nuevo rumbo de la economía venezolana”, suscrito por el Movimiento de Trabajadores del Banco Central de Venezuela (BCV).
En el documento se señalan las ventajas de que el token Petro funcione como divisa para el comercio exterior y que el bolívar soberano (respaldado en oro o petróleo) circule como moneda nacional. Ambas opciones requieren impedir la adquisición de la criptomoneda con bolívares soberanos para evitar la fuga de divisas y además prohibir el libre uso de criptoactivos en el país, de modo similar a cómo lo han hecho en Rusia y China.
Recordemos que la oferta inicial de monedas del Petro fue lanzada en febrero del 2017, pero aún no se puede negociar en las criptocasas de cambio virtuales ni se conoce a ciencia cierta el destino de los fondos recaudados, por esta razón es considerada por varios expertos de la blockchain como una “estafa” para facilitar el blanqueo de capitales.
Por el momento, considerando la situación política, económica y social que vive la nación, se desconoce si la llegada de la tecnología Blockchain será positiva en algún sentido. Asimismo, también se ignora si las medidas propuestas por los constituyentistas serán consideradas.
