Las criptomonedas se consideran reemplazos de las monedas fiduciarias o las monedas tradicionales y son, sin duda, la implementación más exitosa de la nueva tecnología blockchain. Bitcoin se lanzó en 2009 y en la última década ha logrado generar una industria multimillonaria.
Según su fundador Satoshi Nakamoto, Bitcoin fue creado para convertirse en un sistema de pago sin efectivo de igual a igual. La criptomoneda logró atraer traficantes de drogas en línea y lavadores de dinero por sus características de privacidad y rentabilidad.
Sin embargo, el uso de Bitcoin se ha convertido en un problema para la mayoría de los reguladores y los encargados de hacer cumplir la ley, ya que rastrear el flujo de dinero en la cadena de bloques es un poco más desafiante que las monedas tradicionales.
Para solucionar este problema, el Centro Nacional de Contrabando de Efectivo a Granel (BCSC) de EE. UU., Una división dentro de la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que es una división del departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) ha creado un nuevo programa que ayuda a rastrear los pagos relacionados con la criptomoneda.
Apodado el «Programa de Inteligencia de Criptomonedas» (CIP), está diseñado para proporcionar inteligencia sobre cualquier pago en redes peer to peer, especialmente dentro de la dark web y darknet que involucran tanto el lavado de dinero como el narcotráfico.
El CIP pasó desapercibido hasta hace poco, cuando ICE presentó su propuesta de presupuesto para 2021 que resaltaba las necesidades de financiamiento para el CIP.
La propuesta de presupuesto no explica cómo funciona el programa ni qué es realmente, pero según la información proporcionada por Al Giangregorio, el jefe de la unidad en el BCSC, el programa ayuda a los oficiales de la unidad cuando están trabajando en un caso que involucra pagos de criptomonedas.
“El CIP admite cualquier investigación de HSI que involucre moneda virtual o tecnología blockchain. El programa ha ayudado a diversas investigaciones, incluidas las relacionadas con comerciantes de metanfetamina y MDMA, tráfico de personas, fraude de ancianos, vendedores de drogas en el mercado darknet, sitios de explotación sexual infantil y, por supuesto, tráfico de opioides ”, explicó Giangregorio a los medios.
El CIP es un programa reciente diseñado por BCSC para combatir crímenes que involucran criptomonedas. El tráfico de drogas siempre ha prevalecido en la web oscura usando monedas tradicionales, pero el uso de criptomonedas solo se hizo popular en los últimos años, lo que requiere el desarrollo de una solución específica para rastrear el uso de estas monedas a menudo anónimas y seudónimas.
No se sabe cuándo se creó el programa o cuánto le costó al contribuyente, sin embargo, según documentos públicos, parece que ICE puede haber gastado alrededor de $ 2.6 millones en los últimos tres años en contratos que involucran a la firma de inteligencia de blockchain Chainalysis.
