Puntos clave de la Noticia
- El 55,29% de los votantes se opuso a transferir la propiedad intelectual y dominios a la DAO.
- Grandes actores como Wintermute y analistas de Lido cuestionan la alineación de incentivos.
- La compra de 10 millones en tokens por parte de Stani Kulechov generó escrutinio previo.
Esta semana cerró una votación critica, lo que ocasionó intensos debates en el ecosistema de las finanzas descentralizadas. De forma mayoritaria, los tenedores del token rechazaron la propuesta de poner bajo control directo de la DAO los activos de marca del protocolo, entre ellos redes sociales, dominios y derecho de propiedad intelectual.
El sondeo en Snapshot reveló resultados contundentes, con 55,29% de los votos en contra (NAY) solo 3,5% apoyaron la iniciativa y la abstención marcó un 41,21%.
Este capitulo de la gobernanza de Aave puso de manifiesto las fricciones existentes entre la descentralización teórica y la operatividad real de los grandes protocolos de préstamos.
Aunque quienes votaron a favor de la propuesta aseguraron que este movimiento era un tramite necesario para clarificar la custodia de la marca, los detractores señaron que el paso fue acelerado y carente de un consenso sólido.
Tensiones estructurales y el futuro del token AAVE
Más allá del resultado numérico, el rechazo sacó a la luz preocupaciones profundas sobre la captura de valor. Evgeny Gaevoy, CEO de Wintermute, confesó que votaron en contra de la propuesta e instó a Aave Labs a trabajar en una alineación a largo plazo. Según Gaevoy, resolver cómo el token captura valor es un reto crítico que podría servir de modelo para todo el sector cripto.
Por otro lado, figuras como Hasu, asesor de Lido, etiquetó la estructura actual como «fundamentalmente rota». Argumentó que el modelo dual entre capital (equity) y tokens de gobernanza genera incentivos desalineados que dificultan la gobernanza de Aave.
Expertos e inversores creen que, estas estructuras híbridas nacieron por necesidad regulatoria, pero deben evolucionar hacia un sistema único y coherente.
El debate también estuvo alimentado por el escrutinio sobre el fundador de Aave, Stani Kulechov, quien adquirió 10 millones de dólares en tokens AAVE justo antes del sufragio.
En resumen, este hecho reavivó el debate sobre la influencia de las «ballenas» y las debilidades estructurales de la gobernanza de Aave, donde las decisiones pueden verse fuertemente inclinadas por los grandes poseedores de capital, socavando en ocasiones los procesos de discusión comunitaria.
