En el mundo en constante evolución de las criptomonedas, una reciente demanda contra Sam Bankman Fried (SBF), el antiguo CEO del ahora difunto exchange de criptomonedas FTX, ha sacado a la luz una acusación alarmante. Se alega que SBF ha estado utilizando fondos de la empresa, que ascienden a unos $10 millones para financiar su defensa penal.
Según la demanda, SBF y otros ejecutivos abusaron de su poder y control sobre los fondos de FTX para financiar estilos de vida de lujo, hacer donaciones políticas y benéficas, así como inversiones especulativas entre otros proyectos de su agrado.
Por ejemplo, la demanda afirma que estos ejecutivos emitieron para sí mismos acciones por valor de más de $725 millones sin que los deudores recibieran ningún valor a cambio. Además, SBF y su cofundador, Gary Wang, se apropiaron indebidamente de otros $546 millones para comprar acciones de la plataforma de negociación Robinhood, mientras que Ellison adquirió participaciones por valor de $10 millones en una empresa de inteligencia artificial tras regalarse $28,8 millones en bonos.
Además, la demanda alega que Gabriel, el hermano menor de SBF, intentó comprar una isla soberana llamada Nauru que planea utilizar para crear un laboratorio de experimentos en genética humana y también crear un refugio postapocalíptico para los creyentes en el altruismo efectivo.
Curiosamente, esta demanda es un intento reciente de recuperar fondos malversados por valor de más de $1 mil millones por los antiguos ejecutivos de la exchange antes de que se declarara en quiebra.
OTROS PROBLEMAS PARA SAM BANKMAN-FRIED Y FTX
Recordemos que SBF, que ya se enfrenta a cargos de fraude y mala gestión de fondos, fue acusado de eludir las leyes de criptomonedas de la campaña haciendo donaciones de fondos a principios de este año. Según los documentos judiciales, el ex multimillonario y dos ejecutivos de FTX supuestamente hicieron millones de dólares en contribuciones políticas entre 2021 y 2022. Presuntamente utilizó fondos que habían sido prestados ilegalmente de cuentas de clientes en Alameda Research.
Del mismo modo, el CEO caído en desgracia fue acusado de conspirar y pagar una suma de aproximadamente $40 millones a funcionarios del gobierno chino. Se creía que la razón principal para hacerlo era convencer a las autoridades chinas de que descongelaran las cuentas de Alameda, que poseen más de $1.000 millones en activos. Aunque SBF ha alegado inocente a todos los cargos.
Mientras tanto, los fiscales han vehementemente evitado el sobreseimiento de los cargos contra el asediado CEO, afirmando que los cargos penales presentados contra SBF tienen un peso significativo y no deben desestimarse por motivos procesales.
