En un acontecimiento reciente, Robinhood se prepara para pagar una suma de 10,2 millones de dólares en multas como resultado de fallos que perjudicaron a varios inversores. El Departamento de Protección e Innovación Financiera de California se unió recientemente al acuerdo multiestatal en relación con los cortes de la plataforma en marzo de 2020. Estos apagones provocaron la incapacidad masiva de los inversores para operar en la plataforma.
A lo largo de la investigación llevada a cabo por los reguladores estatales, se descubrió que Robinhood presentaba fallos importantes en varios aspectos de sus operaciones. Estos reguladores argumentaron además que Robinhood tenía una sensación de descuido en cuanto a la supervisión de la tecnología responsable de proporcionar a los usuarios unos servicios óptimos de intermediación bursátil y no notificar los percances a los reguladores afectados.
El Presidente de la Asociación Norteamericana de Administradores de Valores (NASAA), Andrew Hartnett, declaró,
«Robinhood falló repetidamente en el servicio a sus clientes, pero este acuerdo deja claro que Robinhood debe tomarse en serio sus obligaciones de atención al cliente y corregir estas deficiencias.»
Un vistazo al fiasco de Robinhood
Estados como Alabama, Colorado, California, Delaware, Nueva Jersey, Dakota del Sur y Texas se encuentran entre los que aceptaron cumplir los términos del acuerdo. Sin embargo, Robinhood también acordó en principio el año anterior llegar a un acuerdo en una demanda colectiva, que fue presentada por sus clientes por los frecuentes cortes pandémicos.
El acuerdo afirmaba que la plataforma ha fallado repetida y miserablemente en el servicio a sus clientes y usuarios, pero ahora es cuando la firma comienza a priorizar las obligaciones de atención al cliente y a corregir diligentemente todas las posibles deficiencias.
Anteriormente, en marzo de 2020, Robinhood fue objeto de una serie de importantes interrupciones del sistema que inevitablemente llevaron a los clientes a perderse operaciones, al mismo tiempo, cuando la mayoría de las funciones ofrecidas por la plataforma permanecieron totalmente inaccesibles. Ni siquiera se les podía comprar criptomonedas directamente, uno de sus servicios más conocidos. Más tarde, la plataforma se desconectó por completo durante todo un día como consecuencia del auge de las operaciones en línea y de la rápida expansión de su base de clientes.
Sin embargo, interrupciones frecuentes como éstas enfurecieron enormemente a los inversores, lo que dio lugar a una serie de demandas judiciales. Esta no es la primera sanción multimillonaria para Robinhood. Ya en 2021, el brazo de criptomonedas de la plataforma tuvo que pagar un acuerdo de 30 millones de dólares para el NYDFS por supuestamente violar los requisitos reglamentarios.
Del mismo modo, la sanción siguió después del pago de 65 millones de dólares a la SEC en 2020 como resultado de acusaciones sobre engaño a los clientes. Robinhood también recibió una multa de 70 millones de dólares de FINRA por no proteger a sus clientes.
