La pasión y el frenesí que Bitcoin ha generado en los últimos meses ha provocado que algunos analistas adviertan de que existen riesgos inherentes al tener una divisa digital no regulada, como Bitcoin, tan popular y demandado que hasta los mercados institucionales la están adoptando. Son de la opinión de que el interés que la moneda tiene en la imaginación de los inversores puede estar estrictamente basado en la percepción y no en métricas verificables.
Estos analistas dicen que este patrón, si no se controla, tiene el potencial de amenazar la economía global si la moneda continúa ganando tracción y adopción como es la tendencia actual. Se ha vuelto obvio que los titulares de Bitcoin lo están usando principalmente como un activo que esperan que se revalorice en el futuro, enriqueciendo a los propietarios. Esto ha creado una comunidad de bitcoiners que son casi todos intransigentes en su rechazo a las especulaciones e insinuaciones de que Bitcoin podría ser una burbuja.
Hace apenas unas semanas, Bitcoin demostró su clásica volatilidad fluctuando hasta en 1000 $, una cifra que habría mantenido a los mercados convencionales al límite, pero no a la comunidad de Bitcoin. Este ha sido un patrón con el que los inversores de Bitcoin están familiarizados. Ronnie Moas, un entusiasta de Bitcoin, le dijo a CBC que él es de la opinión de que en una década, Bitcoin será la moneda mundial más importante a pesar de las fluctuaciones. Es por eso que todavía está comprando bitcoins incluso con insinuaciones de que podría tratarse de una burbuja. Aunque muchos analistas dicen que las perspectivas futuras indican que Bitcoin aún tiene potencial para crecer, su valoración futurista lo sitúa en 6 mil millones de dólares, que es la equivalencia del oro de hoy.
Tan interesante como es esa analogía, puede no ser la única similitud entre el bitcoin y el oro. En la utilidad, el oro tiene un valor monetario definido, pero cada vez que las personas comienzan a verlo como un activo, en general están dispuestos a gastar mucho más que el verdadero valor si se considera una moneda. Es obvio que eso es lo que está sucediendo con Bitcoin, ya que muchos inversores lo usan estrictamente como instrumento especulativo. Esto ha hecho que el valor de mercado sea una función de la percepción y lo que la gente está dispuesta a pagar sin hacer que nadie esté seguro del verdadero valor de Bitcoin.
A pesar de estas preocupaciones, Bitcoin ha continuado recuperándose incluso cuando los fondos institucionales comenzaron a llegar. Chicago Boards Options Exchange comenzó a negociar futuros de Bitcoin en diciembre pasado, una acción que ha trasladado la moneda digital de la periferia a la corriente principal. The Chicago Mercantile Exchange una mayor plataforma de trading también ha empezado a negociar con futuros de Bitcoin. Este es el punto en el que algunos analistas advierten sobre los peligros de comerciar en moneda digital no regulada.
En 2015, Bitcoin se estrelló a un poco más de 200 $ desde su precio de 2013 de 1.100 $. Esto apenas era digno de noticias entonces y la gente apenas lo notó porque la moneda estaba al margen del mercado. Esto no es aplicable hoy en día. Es razonable suponer que ese escenario podría ocurrir en el futuro con consecuencias mucho más devastadoras.
Hay una cantidad específica de bitcoins minable calculada en 21 millones. Los expertos dicen que hay 16 millones de bitcoins en circulación. El resto de las monedas cuesta mucho ser extraídas. Esta fue una medida contrainfladora para mantener el valor de la moneda. Izabella Kamenska, analista de Financial Times, dijo que es posible que llegue el momento en que el precio del bitcoin aumente y llegue a igualar el PIB mundial a la tasa que se está apreciando. El número limitado de bitcoins es la razón del precio tan alto ya que los titulares rara vez venden mientras que los compradores pujan por las monedas en circulación. Todos los demás esperan que el precio suba más.
Los gobiernos de países como Bangladesh, Bolivia, Kirguistán y algunos otros han prohibido el uso del bitcoin en sus países, mientras que otros como Estados Unidos, Canadá, Israel y la UE están trabajando en la reglamentación. Parece haber un consenso general de que el bitcoin actualmente no es un riesgo para la economía global. Sin embargo, con la adopción de la corriente principal, nadie está dispuesto a tener un control de moneda digital no regulado y altamente volátil, ni siquiera los países que han adoptado una actitud de esperar y ver.
