Una de las tendencias de desarrollo de la tecnología blockchain, es la del logro de ordenadores distribuidos. Esta innovación informática tiene un ejemplo en Golem. Una innovadora pieza de tecnología que trabaja hacia la descentralización de la potencia informática.
El proyecto Golem
Aunque Golem todavía está en temprano desarrollo, si tiene éxito sería un superordenador mundial distribuido accesible a todos.
El objetivo principal del Golem es introducir el poder de la computación en la economía compartida.
Un sistema económico por el cual los bienes o servicios son compartidos por particulares por una tarifa.
La premisa principal es que usted paga solamente tanto como usted utiliza.
El problema que se plantea en la actualidad es que el poder informático pesado, aunque esencial en una multitud de campos diferentes, como el aprendizaje mecánico y la medicina, es costoso y escaso.
Las organizaciones o individuos con una necesidad de un gran poder de computación a menudo compran hardware costoso para uso privado.
Aunque esto es apropiado en muchos contextos, la inversión inicial para hardware potente es alta.
Es poco probable que el hardware se utilice continuamente y sea así desperdiciado en algunos aspectos, y ello sin contar el desgaste natural en el tiempo y la necesidad de reemplazarlo.
Alternativamente, es posible alquilar tiempo en una computadora potente a través de Internet, pero le costará caro.
Golem pretende redistribuir el poder de la computación. Incentivados por la recompensa financiera, los contribuyentes donan sus ‘ciclos de CPU de repuesto’ a Golem realizando tareas ligeras por los usuarios de la red.
Las computadoras de todo el mundo pueden beneficiarse financieramente usando tiempos inactivos para realizar cálculos para la red Golem.
Bajo este marco, un grupo global de recursos informáticos (cuya potencia computacional será incomparable a lo que está disponible hoy en día) se puede aprovechar de manera económica.
Si el Golem demuestra ser exitoso, podría ser revolucionario.
¿Cómo funciona Golem?
El concepto detrás de Golem es sencillo; La tarea a mano se divide en fragmentos y se envía a los participantes en la red.
Cada computadora completa su parte de la tarea y devuelve el resultado.
Este enfoque de división y conquista de la computación es muy eficiente y significa que muchas tareas se llevan a cabo en paralelo, garantizando altas velocidades.
Los participantes que ofrecen su poder de computación cobran a través de transacciones que son facilitadas por la cadena de bloques Ethereum.
Ethereum fue elegido porque tiene tarifas de transacción pequeñas, asegurando que no se paga más por la transacción que por el poder de computación en sí mismo y porque no sufre con la fragmentación de monedas.
Los usuarios que quieran participar en el proyecto pueden intercambiar Ether (símbolo digital de Ethereum) por Golem Network Tokens, o GNT para abreviar.
GNT se utiliza como la moneda para la red de Golem; Cada fabricante de tareas inicia una propuesta y los ordenadores que llevan a cabo sus subtareas recibirán una recompensa por ello.
En la actualidad, la computación en nube es un oligopolio, lo que lleva a altos precios para los usuarios.
Para cambiar esta situación, es necesario un cambio de paradigma y Golem sugiere que el camino correcto es descentralizar y distribuir el poder de la computación
Golem podría ser un competidor importante en el mercado de la computación en la nube y uno que revolucione la manera en que las empresas y la gente realizan cálculos pesados, lo que es un argumento fuerte para adquirir algún GNT como inversión.
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