El depositario de criptomonedas y criptocustodio Prime Trust ha dado el paso de solicitar la protección por quiebra del Capítulo 11, alegando la incapacidad de satisfacer las solicitudes de retirada de fondos de los clientes. Esta medida responde a los crecientes problemas financieros que han obstaculizado sus operaciones y puesto a prueba su salud financiera.
Prime Trust había estado aferrándose a su incapacidad de satisfacer las retiradas de fondos de los clientes durante un periodo considerable antes de decidir acogerse a la protección del Capítulo 11. Las dificultades financieras de la empresa se habían agravado hasta el punto de que se enfrentaba a un importante déficit de fondos destinados a cuentas de los clientes.
Según la documentos presentados el 15 de Agosto, Prime Trust ha revelado que actualmente afronta pasivos que oscilan entre $100 millones y $500 millones. Estas obligaciones contrastan fuertemente con sus activos estimados, que se sitúan entre $50 millones y $100 millones.
El expediente también revela que las dificultades financieras de la empresa han afectado a un número considerable de acreedores, estimados entre 25.000 y 50.000. Entre ellas, los cinco mayores acreedores solicitan una suma combinada de aproximadamente $105 millones. En particular, el principal acreedor no garantizado reclama la importante suma de $55 millones.
PRIME TRUST BUSCA UN CAMINO A SEGUIR
La empresa en dificultades pretende superar esta difícil fase presentando una serie de mociones al Tribunal de Quiebras. Estas mociones pretenden agilizar una evaluación exhaustiva de las posibles estrategias, que podrían incluir la venta de los activos y operaciones de la empresa.
«La Compañía tiene la intención de presentar una serie de mociones ante el Tribunal de Quiebras diseñadas para facilitar la evaluación ordenada de la Compañía de todas las alternativas estratégicas, incluyendo potencialmente una venta de los activos y operaciones de la Compañía como una empresa en marcha,» un comunicado de prensa oficial declara.
Mientras tanto, la empresa subrayó su compromiso de garantizar el mantenimiento de los salarios y prestaciones de los empleados durante este proceso.
ANTECEDENTES DE LA CAÍDA
Los problemas de la empresa venían gestándose desde hacía tiempo. La División de Instituciones Financieras (FID) del Departamento de Comercio e Industria de Nevada había señalado la incapacidad de la empresa para atender las solicitudes de retirada de fondos de sus clientes.
Esto llevó a la FID a dictar una orden de cese y desistimiento, a la que siguió la suspensión de pagos de la empresa. Esta secuencia de acontecimientos desembocó finalmente en la presentación de la demanda del Capítulo 11.
Mientras Prime Trust se embarca en el proceso del Capítulo 11, esta pretende resurgir como entidad viable. La dirección de la empresa afirma estar dedicada a explorar vías que sirvan mejor a sus clientes y partes interesadas mientras navega por las complejidades de la quiebra.
