El Grupo de Acción Financiera (GAFI) ha expresado su objetivo de impulsar la supervisión de los proveedores cripto. Los países que no impongan y apliquen plenamente las directrices contra el lavado de capitales serían añadidos a la lista gris del GAFI. Esta medida se tomaría bajo la supervisión de un organismo de vigilancia mundial, con el objetivo de reforzar la observación de los activos virtuales.
Además, el GAFI se está preparando para llevar a cabo controles anuales en un esfuerzo por garantizar que los países apliquen las normas contra el lavado de capitales y la financiación del terrorismo en sus respectivas jurisdicciones. Cabe mencionar que optar por las revisiones anuales, en lugar de las evaluaciones mutuas, ofrecería a los países incumplidores menos tiempo para adherirse a las normas establecidas por la organización intergubernamental.
Esto aumentaría el riesgo de que se añadieran a la lista gris. Además, estos países también estarían sometidos a una mayor vigilancia. Sin embargo, cualquier posible incumplimiento de las normas no supondría la inclusión del país en la lista gris. Ya que la calificación global de ese mismo país se vería afectada.
El Temor a la Lista Gris se Cierne Sobre Muchos Países
Los planes de llevar a cabo controles anuales han despertado inevitablemente el temor en el sector de las criptomonedas. Temen que los gobiernos puedan imponer prohibiciones generales a los proveedores de servicios cripto. Además, los bancos podrían incluso ser presionados para detener las plataformas de servicios en un esfuerzo por evitar completamente la lista gris del GAFI.
Muchos líderes del sector de las criptomonedas tienen previsto presentar una serie de propuestas en la cumbre de líderes del G20 que se celebrará en Bali este mes. Su objetivo fundamental es minimizar las posibles consecuencias para muchos exchanges y usuarios de criptomonedas. El GAFI no tiene exactamente poderes de ejecución, sino que depende del gobierno para imponer sus recomendaciones.
Muchos de los países que no cumplen las normas tienen que enfrentarse inevitablemente a un mayor daño a su reputación. Como resultado, estos países se enfrentan a interrupciones en los flujos de inversión, así como en el acceso al sistema financiero mundial. IDAXA está en camino de desempeñar un papel fundamental para minimizar las perturbaciones para los criptousuarios y garantizar que los exchanges no queden congelados fuera del sistema financiero mundial.
El sector ya ha hecho bastante cuando se trata de desempeñar su papel con el GAFI. Ahora es el gobierno nacional el que debe implementar las recomendaciones del GAFI en la regulación. La amenaza inminente de ser añadido a la lista gris debe ser suficiente para que los países acepten las condiciones.
