Todos hemos sido testigos del fenómeno de los Hard Forks que han experimentado Bitcoin y otras criptomonedas como Litecoin. Argumentando cada caso en particular sobre la necesidad de aplicar mejoras sustanciales a la cadena de bloques, procesamiento, escalabilidad, entre otros factores, ciertamente tenemos varias criptomonedas que comparten cadena de bloques.
Precisamente basado en lo anterior, un estudio afirma que los Hards Forks se han convertido en una amenaza para adopción de las criptomonedas.
Que los Hard Forks se perciban como una amenaza obedece a que tales divisiones de la cadena de bloques de una criptomoneda particular conducen inevitablemente a la erosión de confianza de los usuarios hacia dicha criptomoneda. Esta disminución de la confianza en el usuario hacia la capacidad de la criptomoneda de seguir prosperando es una posibilidad real, ya que percibe una debilidad que afecta a la criptomoneda como medio de intercambio.
El estudio al cual hacemos referencia se publicó en el Springer’s Journal Environment Systems and Decisions. Este informa también aborda algunas recomendaciones sobre el punto focal de la confianza que los usuarios pierden en una criptomoneda que se bifurca.
Una de esas recomendaciones señaladas en el citado informe indica que es viable adoptar todas las medidas necesarias para que no ocurra una bifurcación inminente debido a problemas en la cadena de bloques, como incluir el equilibrio de métricas de variables e identificar de forma preventiva cambios en el sistema de software antes de que ocurran puntos de inflexión.
Un aspecto que luce como situación recurrente en varios hard forks que se han realizado, es que a pesar del aumento sustancioso en la cantidad de bifurcaciones de la cadena de bloques de criptomonedas, en especial en el caso de Bitcoin, la supervivencia de las bifurcaciones ocurridas ha ido en descenso, y hay casos en que algunas de ellas solo duraron algunos pocos meses. No obstante, algunas bifurcaciones han obtenido mejores resultados y vida operativa.
Sin embargo al considerar razones para justificar la no adopción masiva de las criptomonedas aún, surgen diversidad de razonamientos y justificaciones, algunas más lúcidas que otras, pero ciertamente aportan material al debate.
Una de las razones más cuestionables pero que han surgido en escena, es que el objetivo de las criptomonedas es usarlas para actividades ilícitas, y quizá éste sea uno de los principales factores que aún obstaculizan la adopción masiva de las criptomonedas.
Esta razón surgió de una encuesta realizada por YouGov a principios de este año, en la cual al menos el 25% de encuestados mencionaron que la compra y venta de las criptomonedas ocurre para realizar actividades ilegales en el mundo online. Pero recientemente se han presentado informes demostrando que el impacto no es significativo en comparación al dólar estadounidense.
Otra de las razones que se argumentan para justificar la no adopción masiva de las criptomonedas es que todavía producen una percepción de ser un mercado de alto riesgo debido a la enorme volatilidad demostrada en sus cotizaciones.
Así mismo también hay quien ha argumentado que la falta de regulación o la incertidumbre legislativa por vacíos legales es tal vez uno de los principales factores que generan obstáculos a la adopción de las criptomonedas de una manera masiva.
Como actividad en plena maduración y fenómeno económico y cultural, es comprensible que exista una importante desinformación e insuficiente educación sobre el tema criptográfico en general, sin embargo esto es un obstáculo que toca superar a todos los actores de la criptoeconomía promoviendo las mejoras de usabilidad, escalabilidad, uniformidad y facilidad que las criptomonedas requieren para que sean comprendidas y aceptadas masivamente.