La Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO, por sus siglas en inglés) anunció el martes la introducción del primer enfoque global del mundo para regular los criptoactivos y los mercados digitales. Este desarrollo surge en respuesta a las lecciones aprendidas por el colapso del exchange FTX el año pasado, que planteó preocupaciones sobre la protección al consumidor dentro de la industria de las criptomonedas.
A diferencia de los mercados financieros tradicionales, el sector de las criptomonedas ha operado en gran medida sin regulaciones globales consistentes, con cada jurisdicción implementando sus propias reglas. Sin embargo, eventos recientes, como la caída de varias empresas del sector el año pasado, han llevado a los reguladores de todo el mundo a intervenir y exigir reglas integrales para entidades que combinan diversas actividades bajo un mismo techo.
IOSCO FINALIZARÁ LAS NORMAS REGULATORIAS GLOBALES ESTE AÑO
Según Jean-Paul Servais, el presidente de IOSCO, las 18 medidas propuestas tienen como objetivo aplicar varias salvaguardas bien establecidas de los mercados tradicionales para eliminar los conflictos de interés en diferentes aspectos de las transacciones criptográficas.
IOSCO tiene la intención de finalizar estas normas globales a finales de año y espera que sus 130 miembros, que incluyen organismos reguladores prominentes como la Comisión de Valores y Bolsa de EE. UU., la Agencia de Servicios Financieros de Japón, la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido y BaFin de Alemania, las incorporen en sus respectivos libros de reglas.
Esta iniciativa busca eliminar la regulación fragmentada y evitar que las empresas exploten las lagunas regulatorias jugando con los reguladores.
Para garantizar una amplia participación y responsabilidad, IOSCO ha lanzado una consulta pública para recopilar opiniones públicas sobre las regulaciones propuestas. Este movimiento se produce después de que la Unión Europea implementara recientemente las primeras normas integrales del mundo para criptoactivos, aumentando la presión sobre países como Estados Unidos para establecer sus propios marcos regulatorios.
Según se describe en el documento oficial, las 18 recomendaciones propuestas cubren seis áreas cruciales: conflictos de interés resultantes de la integración vertical, manipulación de mercado, comercio con información privilegiada y fraude; riesgos transfronterizos y cooperación regulatoria; custodia y protección de activos de clientes; riesgo operativo y tecnológico; acceso minorista, idoneidad y distribución.
Mientras tanto, IOSCO tuvo en cuenta las diferencias jurisdiccionales y de interpretación definitorias existentes para desarrollar estas recomendaciones, adoptando un enfoque funcional y económico para mitigar los riesgos en lugar de depender de una taxonomía generalizada.
Al mapear los estándares, principios y recomendaciones específicas del sector existentes de IOSCO a la infraestructura y actividades de los participantes en los mercados de criptoactivos, IOSCO buscó alinear su marco de políticas con los riesgos identificados.
Reconociendo los diferentes paisajes regulatorios, las recomendaciones admiten que algunas jurisdicciones ya tienen marcos de trabajo en lugar de regulación de criptomonedas y activos digitales, mientras que otras están en proceso de desarrollar dichos marcos. Además, la responsabilidad de supervisión y regulación puede estar distribuida entre múltiples reguladores con mandatos y objetivos complementarios.
Por lo tanto, cada jurisdicción debe implementar estas recomendaciones dentro de sus marcos existentes o en desarrollo, considerando los roles de los diferentes reguladores y los resultados logrados a través de sus marcos.
