Puntos clave de la noticia:
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El NYT afirmó que Trump favoreció a empresas cripto vinculadas a donantes mediante un repliegue de la SEC, incluyendo congelamiento o cierre de casos.
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Líderes de la industria, como Alex Thorn y Paul Grewal, acusaron al medio de sesgo político y señalaron que no hay evidencia de que las compañías tengan influencia alguna.
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La SEC y la Casa Blanca rechazaron las acusaciones de favoritismo, defendiendo los cambios regulatorios como decisiones legales y estratégicas.
Una investigación del New York Times sostiene que el segundo mandato de Donald Trump impulsó un drástico cambio regulatorio en el mercado cripto que habría beneficiado de forma desproporcionada a empresas vinculadas a donantes y aliados políticos, a partir de un repliegue de la SEC en acciones de enforcement.
El reportaje afirma que la SEC suavizó, congeló o abandonó múltiples procesos judiciales tras el regreso de Trump a la Casa Blanca, algo que el medio considera atípico por la magnitud y la velocidad del cambio.
Entre los casos citados figuran una demanda federal contra una firma de los hermanos Winklevoss, que habría quedado paralizada tras la asunción de Trump, y el cierre de la demanda contra Binance iniciada bajo la gestión de Gary Gensler.
El NYT también menciona una reducción sustancial en una sanción judicial contra Ripple Labs, remarcando que la SEC habría retrocedido en más del 60% de los casos vinculados a una sola industria en cuestión de meses.
La Comunidad Cripto Defiende el Nuevo Contexto Política de la Industria
No obstante, figuras clave de la industria cripto respondieron con dureza contra el informe, acusando al medio de estar políticamente sesgado y de construir el relato sobre una premisa falsa.
Alex Thorn, jefe de research de Galaxy Digital, rechazó que el cambio regulatorio responda a un favoritismo presidencial y sostuvo que la conducción política anterior de la SEC fue excepcionalmente agresiva y ampliamente criticada por tribunales, legisladores de ambos partidos y actores del mercado.
Thorn argumentó que el reportaje ignora el contexto político del gobierno de Biden y la influencia de funcionarios alineados con Elizabeth Warren, a quienes atribuye una estrategia deliberada de generar una desmesurada presión regulatoria contra industrias legales, incluido el sector cripto.
El directivo recordó que el Senado, con el apoyo bipartidista, llegó a votar contra políticas de la SEC durante la administración Biden, obligando al propio presidente a vetar la medida.
Paul Grewal, chief legal officer de Coinbase, también salió al cruce y señaló que el propio artículo del NYT admite no haber encontrado pruebas de que las empresas investigadas influyeran en sus casos mediante donaciones o vínculos con la familia Trump, lo que, según él, debilita el titular y la narrativa general.
La SEC y la Casa Blanca Responden al NYT
La SEC negó de forma explícita que existiera favoritismo político en su cambio de postura y aseguró que las decisiones regulatorias se basaron en criterios legales y de política pública.
Desde la Casa Blanca, la vocera Karoline Leavitt defendió las políticas cripto de Trump como parte de la promesa de convertir a Estados Unidos en un polo global del sector y generar oportunidades económicas que permitan su desarrollo.
Paul Atkins, el nuevo presidente de la SEC, reafirmó que la agencia abandonará el enfoque de “regulación vía enforcement” asociado a la etapa anterior, asentando las bases de un cambio estructural en la estrategia regulatoria,

