Puntos clave de la noticia:
- La nueva multisig de Ledger cobra $10 por transferencia y 0.05% en tokens ERC-20.
- Desarrolladores la tildan de “vaca lechera” y cuestionan su transparencia.
- No funciona en Nano S, lo que preocupa a quienes priorizan la autocustodia.
La última actualización de Ledger buscaba mostrar innovación, pero terminó generando polémica. La nueva función multisig nativa, lanzada junto con el dispositivo Nano Gen5 y la renovada app Ledger Wallet, desató críticas por introducir tarifas adicionales y limitar la compatibilidad.
Desarrolladores califican la multisig de Ledger como una “vaca lechera”
Muchos desarrolladores celebraron inicialmente la mejora, que permite coordinar transacciones multifirma directamente desde los servidores de Ledger, sin depender de herramientas externas como Specter o Sparrow. Sin embargo, la introducción de una tarifa de $10 por cada transferencia estándar y de 0.05% en transacciones de tokens ERC-20 provocó un fuerte rechazo. Los críticos afirman que monetizar cada operación contradice la misión original de Ledger de promover la autocustodia sin intermediarios.
El investigador de seguridad pcaversaccio, colaborador clave de SEAL-911, describió la medida como una estrategia de “vaca lechera” que traiciona los principios cypherpunk de la compañía. Advirtió que este modelo de tarifas por transacción convierte la autocustodia en una fuente de ingresos corporativos.
Una opinión similar expresó “Sarnavo”, desarrollador del ecosistema Avalanche, quien señaló que, aunque funciones como la firma clara mejoran la seguridad, ahora se encuentran tras un muro de pago. Sarnavo criticó la interfaz cerrada de Ledger, ya que impide a los usuarios verificar cómo se maneja la información durante el proceso de firma, lo que plantea dudas sobre la transparencia.
Más allá del costo, la funcionalidad también fue cuestionada. Ledger confirmó que su nuevo servicio multisig no está disponible para el antiguo modelo Nano S, antes su monedero más popular y asequible. Millones de usuarios ahora quedan fuera, ya que este dispositivo carece de la memoria necesaria para admitir la firma clara o las nuevas herramientas de coordinación.
Para gran parte de la comunidad cripto, la controversia va más allá del software. Los desarrolladores ven este cambio como un giro hacia el beneficio corporativo, alejándose de los principios abiertos y centrados en el usuario que definieron a Ledger.