La actividad de los mercados de monedas digitales estos últimos meses ha sido vertiginosamente buena. Es el caso de Bitcoin que se ha mantenido por encima de $ 1700 y el mercado de altcoins también ha mostrado un aumento fenomenal en valor, por ello muchos se preguntan si las cryptomonedas están estacionadas en una burbuja.
Se discute en círculos de analistas acerca de este posible fenómeno burbuja. En primer lugar, se podría argumentar que el valor fundamental de estas nuevas tecnologías está siendo poco a poco descubierto y de allí el reciente aumento en la valoración de altcoins. Este aumento de valor puede reflejar una comprensión más profunda del ecosistema de cryptomonedas por parte de los usuarios. La intuición y la investigación tardan tiempo en llegar a casa y el dinero nuevo está entrando. Por ejemplo, utilizando el número de usuarios de Poloniex como indicador de nuevo dinero, vemos que el número de participantes en el mercado ha aumentado sustancialmente.
Sin embargo siempre las comparaciones con momentos anteriores del mercado aparecen. Tal como sucedió en 2013, muchos analistas consideran que este momento no es una “burbuja” y que todavía viene mayor desarrollo en la aceptación y uso de las cryptomonedas, por lo tanto, en el impacto de los precios de las mismas.
Los acontecimientos que han ocurrido desde agosto de 2016, como el hack Bitfinex, la represión de los intercambios chinos y la adaptación de Japón a Bitcoin, pueden habernos empujado a un «estado» diferente hacia la comprensión de que las cryptomonedas están avanzando a lo largo de la curva de adopción.
Además, el efecto de encuadre puede tener influencia en nuestras percepciones de si hay una burbuja o no. Tal vez en la mentalidad de manejo de moneda corriente, observamos un alza en valores en áreas como bienes raíces, que aportan esa sensación de alza y tendencia a seguir manteniéndose así.
Durante una burbuja de precios de activos, los participantes en el mercado están dispuestos a pagar precios cada vez más exorbitantes por los activos populares. Si se llega a la conclusión de que la mayoría de las personas en el mercado de las cryptomonedas son impulsadas por el comportamiento reflexivo en lugar de la intuición y la creatividad por su parte, entonces podemos estar seguros de que estamos experimentando una burbuja. Si queremos que el precio vaya más alto, podemos hacer que vaya más alto siguiendo a otros y comprando según las señales de otros. Las burbujas son a menudo una profecía autocumplida, que puede explicar el increíble aumento de Ripple, que mostró un crecimiento superior al 100 por ciento en menos de 24 horas a principios de mayo.
En todo caso nada apunta a que ocurra una bajada de las proporciones del 2014, así que más que una burbuja, es una realidad de mercados activos. No se trata sólo de especulación, sino de movimientos que responden a señales globales como la aceptación legal de cryptomonedas – caso Japón – y la tendencia a otras grandes naciones como China y Rusia, a admitirlas en breve.