Reguladores de todo el mundo han tomado medidas este año para supervisar las stablecoins. El último organismo internacional que se ha interesado por la regulación de las criptomonedas es el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB).
Según una carta enviada el lunes por su presidente, Klaas Knot, a los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20, el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) finalizará sus objetivos de orientación para el fortalecimiento de los marcos de gobernanza de las stablecoins, los derechos de rescate y los mecanismos de estabilización.
Varias stablecoins actuales, según el plan de trabajo para 2023, no cumplirían ni las recomendaciones de «alto nivel» que el FSB publicará en julio de este año ni las normas internacionales.
Aunque carece de autoridad coercitiva, el FSB es una institución mundial que supervisa y ofrece asesoramiento sobre la estabilidad y solidez del sistema financiero mundial. Los países del G20 crearon la organización en 2009 para que ocupara el lugar del Foro de Estabilidad Financiera tras la crisis financiera de 2008.
Las stablecoins, por su parte, son monedas digitales cuyo valor está vinculado al de otros activos, principalmente el valor del dólar estadounidense, el euro o cualquier otro activo líquido.
EL FSB CREE EN UNA REGULACIÓN MÁS ESTRICTA DE LAS STABLECOIN
Según el documento oficial publicado el lunes, el FSB cree que una regulación más estricta es crucial para el sector de las criptomonedas, teniendo en cuenta el número de escándalos de alto perfil que sacudieron la industria el año pasado, incluyendo, entre otros, el colapso del ecosistema Terra-Luna y la caída de FTX.
«Los acontecimientos del año pasado, como el colapso de FTX, han puesto de relieve la volatilidad intrínseca y las vulnerabilidades estructurales de los criptoactivos», subrayó Klaas Knot. «Ahora hemos visto de primera mano que el fracaso de un intermediario clave en el ecosistema de criptomonedas puede transmitir rápidamente riesgos a otras partes de ese ecosistema».
Estas recomendaciones, según la declaración, pretenden promover la exhaustividad y la coherencia internacional de los enfoques reguladores y supervisores, reconociendo que muchas actividades y mercados de criptomonedas no cumplen actualmente la normativa aplicable.
Según se informa, el Consejo de Estabilidad Financiera está trabajando con los organismos sectoriales de normalización y otros de sus miembros para completar el «trabajo crítico».
Además, el FSB pretende colaborar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para publicar un informe que consolide los resultados de los descubrimientos políticos sobre criptomonedas.
Una vez finalizado el proyecto, el FSB coordinará la regulación de las criptomonedas bajo la premisa rectora de «misma actividad, mismo riesgo, misma regulación.»
En general, la regulación de las stablecoins y DEFI podría parecer un paso en la dirección correcta hacia la construcción de un sistema financiero más seguro y fiable. Sin embargo, es fundamental actuar con prudencia y colaborar estrechamente con los expertos del sector y las partes interesadas para garantizar que la política sea eficaz y sostenible para todo el sector a largo plazo.