Tras vender una serie de tokens no fungibles (NFT) en el pasado, Damien Hirst ha comenzado a quemar cientos de sus propias obras de arte. Como parte de su última colección, el artista dejó claro a los compradores que adquirían piezas de la misma que podían elegir la obra de arte física o el NFT que la representaba.
Otra acción artística
Los NFT fueron elegidos por aquellos a los que se les dijo que sus correspondientes piezas físicas serían destruidas. Se le preguntó a Hirst qué sentía al quemar las obras, y respondió que se sentía bien, lo que era mejor de lo que esperaba.
Durante todo el proceso de recogida de cada pieza y su quema en una caja de fuego contenida, el artista iba vestido con un traje de caldera metálico plateado y guantes de seguridad contra incendios a juego.
Se calcula que las obras quemadas tienen un valor colectivo de casi diez millones de dólares.
La Moneda es la primera colección de NFT de Hirst, compuesta por 10.000 NFT, lo que se traduce en 10.000 obras de arte originales, que lanzó el año pasado.
Los coleccionistas que habían comprado una tenían que decidir si se quedaban con el NFT o la cambiaban por la obra de arte física si querían conservarla. La Newport Street Gallery de Londres informó de que 5.149 compradores optaron por adquirir obras de arte originales, mientras que 4.851 compraron obras sin marco.
Tal y como se informó a los compradores a principios de esta semana, las primeras 1.000 obras de arte de los NFT no intercambiadas se quemarían el martes, ya que Hirst había dicho a sus seguidores de Instagram a principios de esta semana que quemaría las primeras 1.000 obras de arte el martes. Se ha informado de que los NFT, que representan manchas de colores, se vendieron por 1.800 dólares (2.000 libras) cada uno.
El ganador del Premio Turner y sus ayudantes retransmitieron en directo el acto mientras colocaban las piezas en las chimeneas de la galería utilizando pinzas mientras las apilaban frente a los espectadores.
Las obras fueron pintadas con pinturas de esmalte sobre papel hecho a mano en 2016, y cada una estaba numerada, titulada, sellada y firmada por el artista. Todas fueron producidas en 2016. Habrá una quema de estos documentos hasta el final de la exposición de monedas, el 30 de octubre.
Se utilizó una cámara para registrar el código único de cada obra de arte que Hirst quemó antes de ser quemada, con el fin de llevar un registro de cada pieza quemada antes de ser quemada.
Ha habido muchas críticas a Hirst por su decisión de quemar sus propias obras de arte valiosas durante un periodo en el que había una crisis del coste de la vida.
No cabe duda de que Hirst, al que algunos críticos han acusado de ser un maestro de la publicidad, ganó fama durante el movimiento de los Jóvenes Artistas Británicos en la década de 1990. Además, se le considera uno de los artistas más controvertidos de Gran Bretaña en la actualidad.