La experiencia del fundador de FTX en una infame prisión de las Bahamas fue nada menos que un hotel. A pesar de que otros reclusos vivían en la miseria, la estancia de 8 días de SBF en el Correccional Fox estuvo colmada de lujos. Según varias fuentes, se le concedió acceso a la comida vegana que sus padres solicitaron. Incluso se le separó del resto de los reclusos y se le concedió su propia cama. Pero eso no es todo. SBF disponía de televisión por cable, aire acondicionado y mucho más.
Las Bahamas eran la base de operaciones de FTX. SBF y sus empleados trabajaban desde un lujoso ático. SBF fue arrestado justo la semana anterior como resultado del colapso de FTX, y la noticia de que estaba detenido en el Correccional Fox se extendió como el fuego. La prisión se ha hecho famosa por las condiciones inhumanas que ofrece. Los reclusos se ven obligados a dormir en celdas infestadas de ratas y gusanos, y en el suelo. Muchos pensaban que eran las condiciones perfectas para que viviera un estafador, pero no resultó ser así.
En comparación con los demás reclusos, SBF fue tratado bastante bien. A pesar de tener acceso a la televisión, incluso tenía libre acceso a un retrete, así como a agua corriente. Según una fuente anónima, se sabe que SBF solía pasar los días leyendo o viendo noticias sobre sí mismo. A pesar de la lujosa vida que llevaba en la prisión, estaba bajo vigilancia constante.
¿Qué le Espera a SBF?
A pesar de su estancia en la prisión bahameña, se espera que SBF sea trasladado pronto a Estados Unidos. En cuanto regrese, le espera un juicio por su mala gestión de la empresa FTX. A principios de esta semana, se desplegó un equipo SWAT para supervisar el viaje de SBF de vuelta a Estados Unidos. Al conocer la noticia de su regreso a EE.UU., dio muestras de gran alivio. Así lo hizo notar el comisario de prisiones a cargo de la prisión, Doan Clear.
El mismo día en que se esperaba su traslado, SBF se dio un festín con un sándwich de mantequilla de cacahuete y mermelada en pan blanco. Mientras lo trasladaban fuera del correccional, incluso deseó Feliz Navidad al personal. Así concluyeron inevitablemente sus ocho días en la prisión más famosa del país.