Las criptomonedas, en su origen, fueron creadas con un objetivo claro: servir como alternativa al sistema financiero tradicional y devolver a las personas comunes su libertad financiera. Sin intervenciones de gobiernos, bancos o entidades reguladoras.
El avance innegable en la adopción de las criptomonedas a lo largo y ancho del mundo, ha puesto en alerta a organismos estatales y privados, que ven como grandes flujos de dinero escapan a su control, sin saber cómo, dónde o para qué están siendo utilizados. Por esta razón, los gobiernos están comenzando a desarrollar sus propias “criptomonedas”, respaldadas por los bancos centrales, las CBDC. Todo con el beneplácito de la banca tradicional, que encuentra en las criptomonedas una amenaza real a su propia existencia y utilidad.
Según exponen quienes están detrás de su creación, las CBDCs servirán para facilitar las transacciones, democratizar las finanzas y reducir los riesgos asociados al uso de las criptomonedas clásicas. Sin embargo, no debemos engañarnos, las monedas digitales estatales no son como han querido venderlas.
Detrás de esta pantalla de aparente seguridad tras las que los gobiernos han querido esconderlas, las CBDCs buscan volver a controlar las finanzas de los ciudadanos, que habían encontrado en las criptomonedas un sistema rápido, fácil y de bajos costos para gastar e invertir su dinero. Ahora, serán los bancos centrales los que emitan las monedas digitales, aprobando / rechazando transacciones y, principalmente, imponiendo limitaciones sobre su uso que supondrán una pérdida de libertad individual.
En su esencia, las criptomonedas no pueden ser bloqueadas por organismos centralizados, ya que la blockchain permite transacciones mediante un sistema democrático de consenso en el que los usuarios no pueden ser discriminados, esto se traduce en mayor soberanía personal. Además, estas son rápidas y libres de todo el proceso burocrático habitual que suele darse para cualquier movimiento de dinero transfronterizo, en los cuales intervienen bancos y gobiernos, cada uno llevándose una parte del pastel.
Con las CBDCs todos los beneficios se acaban. Volvemos al control estatal, a los impuestos desmedidos, a los largos procesos burocráticos y sobre todo a un control mayor que el sistema tradicional podía imponer. Entonces, ¿cuál es el aporte real de las monedas de los bancos centrales a las finanzas modernas? Ninguna. Aunque quieran que creas lo contrario.
En una publicación de blog, el ex ceo de BitMex, Arthur Hayes, dijo que:
“Para nosotros los ciudadanos, las CBDCs representan un ataque frontal a nuestra capacidad de tener soberanía sobre las transacciones honestas entre nosotros. Para el gobierno, es la herramienta más perfecta para modificar el comportamiento de sus súbditos…”
Algunos Casos Alrededor del Mundo
El desarrollo de CBDCs está en diferentes etapas en varios países. Aunque ya podemos ver evidencias de que las restricciones que mencionamos, serán una parte esencial de las nuevas monedas digitales estatales.
En este sentido, no es casualidad que haya sido China uno de los primeros interesados en desarrollar y lanzar su propia CBDC. Siendo un país que dedica gran cantidad de recursos a controlar cada aspecto de la vida de sus ciudadanos, desde la parte social hasta la económica. Pudiendo ahora, por ejemplo, limitar, si es que desean, las transacciones que pueden llevar a cabo grupos disidentes.
Por su parte, la Unión Europea está trabajando fuertemente en la creación de un Euro Digital. Aunque es otro caso que muestra claramente las verdaderas intenciones detrás de las CBDCs. Según Fabio Panetta, miembro del Consejo Directivo del Banco Central Europeo, la nueva moneda podría tener fuertes limitaciones tanto en la cantidad máxima que puede tenerse, como en los importes máximos de transaccion. Si bien aseguró que las cifras aún no son definitivas, estas podrían ser tan bajas como €3000 y €1000, respectivamente.
EEUU también está comenzado con la investigación de una CBDC propia, en un plan conocido como “Proyecto Hamilton” de la Federal Reserve Bank of Boston y el Massachusetts Institute of Technology Digital Currency Initiative. Aunque todavía no hay más detalles sobre su avance, ni mucho menos de una fecha exacta para su lanzamiento.
No Todo lo que Brilla es Oro, Ni Toda Moneda Digital es una Criptomoneda
A pesar de que muchos expertos en la materia han asegurado que las monedas de los bancos centrales son una amenaza para la libertad financiera de los ciudadanos, otros (aparentemente más serviles) han dicho que estas no representan ninguna amenaza para el ecosistema cripto.
Tal es el caso de Changpeng “CZ” Zhao, CEO del principal Exchange de criptomonedas del mundo, Binance, quien ha dicho recientemente en la conferencia Web Summit en Lisboa,
“Los planes de los bancos centrales para lanzar monedas digitales no son una amenaza para otras criptomonedas, ya que validarían la tecnología blockchain y generarían confianza entre los escépticos”. Además de afirmar que “mientras más (monedas digitales) tengamos, mejor”.
Es algo curioso ver como cambió la postura de CZ, quién había manifestado hace un año, una opinión completamente diferente sobre el tema. En una entrevista con Bloomberg de mayo de 2021, el CEO de Binance había dicho que,
“las CBDCs nunca brindarían la libertad de las criptomonedas como Bitcoin y Ethereum”, y que “La mayoría de las monedas digitales de los bancos centrales van a tener un gran control vinculado a ellas”.
¿Por qué este repentino cambio de pensamiento de CZ? ¿Tendrá algo que ver con su cada vez mayor acercamiento a los organismos reguladores de todo el mundo y con el hecho de que está recibiendo licencias para operar en más países? Como mínimo, resulta sospechoso. Cabe destacar que Binance, un Exchange centralizado, está colaborando abiertamente con reguladores a través de su sistema KYC, al cual muchos otros exchanges están siendo presionados para implementar.
Por su parte, Arthur Hayes también alertó acerca de que las nuevas CBDCs podrían representar el fin de la posibilidad de comprar criptomonedas.
“Se avecinan controles de capital, y cuando todo el dinero sea digital y no se permitan ciertas transacciones, la posibilidad de comprar Bitcoin desaparecerá rápidamente”.
Como hemos visto, las monedas de los bancos centrales tienen un objetivo completamente opuesto al de las criptomonedas tradicionales. Su implementación sería un paso atrás en todo lo que se ha logrado desde el comienzo de Bitcoin. Limites, controles, posibles censuras, impuestos, son solo algunos de las características que se esconden dentro de este “Caballo de Troya” llamado CBDC.
