La actividad económica que gira en torno a las criptomonedas sin duda es oibjeto de un cada vez más cercano escrutinio por parte de los gobiernos. Al moverse cantidades enormes de dinero, es natural que exista una serie de suspicacias relativas a lavado de dinero y evasión fiscal, y ante ello es un hecho seguro que cada vez más los gobiernos cercarán toda actividad relacionada con comercio y transacciones de criptomonedas.
Ya comienzan a observarse cercos directos hacia las empresas de intercambios y comercio de criptomonedas. Bitfinex, una de las más notorias y grandes plataformas de intercambio, ahora está trabajando muy estrechamente con el gobierno de las Islas Vírgenes Británicas para reducir la tendencia de la conducta evasiva de impuestos de los inversores de bitcoins.
Bitfinex ha hecho saber a sus clientes que de manera obligatoria deben enviar su información fiscal la cual será remitida a las autoridades de las Islas Vírgenes Británicas, quienes por su parte compartirán esos datos con las autoridades tributarias y gobiernos del país de residencia de sus usuarios. En pocas palabras, se acabó la evasión tributaria.
En el comunicado de Bitfinex a sus clientes se expresa también que además de cumplir con las Islas Vírgenes Británicas, la medida también acata la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras de EE. UU. (FATCA) y la Norma de Informes Comunes (CRS) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos. Toda la información copilatoria para los formularios legales respectivos ya ha debido ser enviada por los clientes, en especial los formularios FATCA y CRS antes del 24 de mayo de 2018.
Es importante destacar que Bitfinex les recordó a sus clientes que esta medida no tenía escapatoria, ya que al aceptar sus términos de servicio, cada cliente acordó usar el sitio web de conformidad con las leyes o regulaciones aplicables. Es una adhesión clara e inobjetable, salvo que el usuario desee retirarse.
Una decisión como ésta naturalmente ha producido opiniones encontradas, y más quejas que aplausos. De hecho la protesta escalóa niveles de redes sociales, donde usuarios incitaban a protestar “pacíficamente» retirando el dinero de la plataforma.
Otras plataformas han estado atravesando la circunstancia de adecuarse a las regulaciones tributarias, entre otros aspectos legales. Es el caso de Coinbase, por ejemplo, ha estado en una batalla legal con el Servicio de Rentas Internas de los Estados Unidos (IRS) desde 2016, por no presentar datos personales de más de 13,000 clientes al IRS, y ello sin contar su tirante relación con la SEC.
Ciertamente aunque disguste a la comunidad criptográfica, las regulaciones van a ir llegando, es una situación que se deberá ir afrontando según cada plataforma vaya siendo llevada al cumplimiento de los factores regulatorios que le vayan tocando. Es una utopía irrealizable pretender una no regulación de la actividad, y no pasará mucho tiempo antes de que comiencen a surgir marcos regulatorios internacionales para adecuar la actividad criptográfica a estándares de calidad, seguridad, manejo de datos, anonimato condicionado, KYC, y aspectos tributarios, sólo es cuestión de tiempo.
