Las decisiones del gobierno socialista venezolano en torno a la economía de dicho país no dejan de causar controversia, especialmente desde que el presidente Nicolás Maduro llegó al poder. En esta ocasión, se trata sobre un cambio de planes en el distorsionado cono monetario que el Ejecutivo ha intentado implementar desde el 2017, sumando a la ecuación un factor criptográfico.
Durante una transmisión televisiva en la tarde del miércoles, el presidente Maduro anunció un conjunto de medidas económicas, incluyendo el nuevo sistema monetario que llevará por nombre “Bolívar soberano” el cual entrará en vigencia a partir del 20 de agosto, junto con la reducción de cinco ceros y, curiosamente, con anclaje a la polémica criptomoneda emitida por el gobierno nacional: el Petro.
“La reconversión económica monetaria basada en el programa de prosperidad económica, arrancará el 20 de agosto de manera definitiva con la circulación del nuevo cono monetario que va a tener una nueva modalidad de anclaje al petro, y con la reducción de 5 ceros con una base de cambio e intercambio anclado al petro”, explicó Maduro.
El nuevo cono monetario trae como novedades, la reducción de cinco ceros presentes actualmente en la moneda Bolívar Fuerte – que vale recordar, eliminó tres ceros al cono que estuvo vigente hasta el 1 de Enero del 2008, y que fuera implementado por el fallecido mandatario, Hugo Chávez – y la sustitución de la actual paridad cambiaria, que dejará de utilizar el valor del Dólar americano en favor del establecido para el Petro, el cual se respalda en el precio del barril de petróleo venezolano.
Se desconocen los pormenores en torno al anclaje de la divisa nacional con el token Petro, pero el mandatario señaló la novedad como respuesta ante los efectos de la denominada “guerra económica”, aunque admitió durante el discurso que su gobierno ha fallado en la implementación de políticas que reimpulsen la producción en el país caribeño.
Futuro incierto para el Petro
La criptomoneda Petro fue lanzada en febrero de este año, pero aún no se puede negociar con ella en ninguna de las grandes criptocasas de cambio virtuales, ni se conoce a ciencia cierta el destino de los fondos presuntamente recaudados. Por estos y otros motivos más, es considerada por varios expertos de la blockchain como una estafa para facilitar el blanqueo de capitales.
Adicional a ello, el token virtual puede ser adquirido únicamente con divisas extranjeras, lo que se considera como una gran contradicción por parte del gobierno local, en vista del férreo control cambiario vigente en el país desde hace más de una década, y que dificulta el acceso a estas monedas mediante el uso de los canales regulares, teniendo los ciudadanos e inversionistas locales que recurrir al mercado negro para hacerse con ellas, a una tasa mucho más alta.
Siendo que el Petro no ha despertado suficiente interés en los venezolanos, algunos expertos prevén que el mismo fracase y termine abandonado por sus mismos creadores, abultando así la lista de proyectos fallidos del Ejecutivo Nacional.
Sobre el resto de criptomonedas
Debido a la crisis inflacionaria del Bolívar, el interés del pueblo venezolano por las criptomonedas ha ido en aumento mientras el gobierno ponía trabas a su desarrollo en el país con sonados casos de arrestos y decomisos de material de minado. No fué hasta la llegada del Petro, que el govierno tuvo que suavizar su postura con respecto al resto de criptomonedas llevando incluso a su «legalización» el pasado mes de enero.
Al respecto, Carlos Vargas, superintendente de la criptomoneda del govierno venezolano dijo:
«Es una actividad que ahora es perfectamente legal […] Hemos tenido reuniones con el Tribunal Supremo para que las personas que han sido víctimas de incautaciones y arrestos en años anteriores tengan los cargos desestimados».