Uno de los máximos responsables del Banco de Japón afirmó que los miembros del G7 deben actuar rápidamente para desarrollar un marco uniforme que regule las monedas digitales. En su opinión, a medida que se agudiza el conflicto de Ucrania, se hace más evidente la necesidad de evitar que las criptomonedas sean explotadas como un resquicio para eludir las sanciones.
¿Aceptar las criptomonedas o limitarlas?
La preocupación por la posibilidad de que los criptoactivos y las stablecoins se utilicen para eludir las sanciones financieras impuestas a Rusia a raíz de la invasión de Ucrania las ha puesto en el punto de mira de los reguladores.
Según Kazushige Kamiyama, jefe del departamento de sistemas de pago y liquidación del Banco de Japón, estas monedas digitales tienen el potencial de desestabilizar el sistema de liquidación mundial porque facilitan la elusión de los métodos de pago tradicionales, como el dólar estadounidense, el euro y el yen.
Kamiyama declaró a Reuters en una entrevista:
«Utilizando stablecoins, no es muy difícil crear un sistema de liquidación global individual».
En su opinión, los responsables políticos del Grupo de los Siete países principales deben actuar con rapidez para establecer un entendimiento compartido sobre cómo actualizar las normas actuales, que no tienen en cuenta adecuadamente la creciente presencia de las monedas digitales, con el fin de evitar nuevos trastornos.
El 24 de febrero, Estados Unidos y sus aliados, incluido Japón, aplicaron sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania, incluida la expulsión de un gran número de bancos rusos del sistema bancario mundial SWIFT.
La regulación de los criptoactivos y las stablecoins, por otra parte, es difícil, ya que los titulares pueden transferir fondos a través de las fronteras con mucha más facilidad que con los instrumentos financieros tradicionales.
La necesidad de alcanzar un compromiso entre la privacidad y los problemas de blanqueo de dinero también influirá en el debate sobre el diseño de un yen digital, según Kamiyama, cuyo departamento está a cargo de los experimentos del Banco de Japón para establecer una moneda digital del banco central (CBDC).
Afirmó que el BOJ iniciará en abril la segunda fase de los estudios, que se prolongará durante aproximadamente un año y en la que se pondrán a prueba aspectos como el establecimiento de un tope a la cantidad de dinero que puede retener cada empresa.
Mientras que el gobernador del BOJ, Haruhiko Kuroda, ha declarado que la decisión sobre la emisión o no de CBDC podría tomarse en 2026, Kamiyama ha afirmado que el calendario vendrá determinado en parte por la rapidez con la que otros bancos centrales se muevan mientras tanto.
Kamiyama añadió:
«Dado que tantos bancos centrales de países avanzados se están moviendo colectiva, dramática y simultáneamente en cuanto a la CBDC, podría causar grandes cambios en el sistema de liquidación en el futuro. Japón debe asegurarse de no quedarse atrás».
Las recientes ideas de los miembros de un grupo tan importante como el G7 muestran la importancia de las criptomonedas en la mente de los responsables políticos. Vuelve a mostrar que el futuro seguramente será un mundo que abrace los criptoactivos y la descentralización en su conjunto. Pero las regulaciones siguen estando ahí.