El ministro de finanzas de Corea del Sur, Kim Dong-yeon, se ha mostrado como un simpatizante de las criptomonedas en varias ocasiones. Su comunicado más reciente en relación a la tecnología blockchain asegura que su desarrollo puede “cambiar el mundo”.
Durante un viaje a China para entablar conversaciones en materia de economía con el director del Banco Central de dicho país, Yeon enfatizó cuán importante será tener la tecnología blockchain como un factor interno clave en el progreso del futuro, incluso invitando a que ambas naciones unieran esfuerzos en su investigación y desarrollo.
“La tecnología blockchain tiene el potencial de convertirse en una de las infraestructuras claves de la cuarta revolución industrial”, dijo Yeon, en referencia al rol que tendrá en la construcción de la denominada revolución digital. “El desarrollo de la tecnología blockchain puede cambiar el mundo”.
También resaltó que Corea del Sur no tiene intenciones de prohibir las criptomonedas, remarcando de nuevo su importancia y la necesidad del gobierno de involucrarse en su impulso. “(…) el ministerio tomará un enfoque cuidadoso en la regulación del criptomercado. En caso de usos indebidos de las criptomonedas, impondrá regulaciones estrictas,” dijo.
Con respecto a las criptomonedas y el debate que sostienen varios analistas sobre su utilidad en las cadenas de bloques, el ministro de finanzas surcoreano opina que ambos elementos están estrechamente relacionados, explicando que “para redes blockchain de código abierto, las criptomonedas son necesarias como incentivo para que las personas participen en ellas.”
Sus comentarios positivos sobre esta tecnología vienen luego de un periodo de fuertes limitaciones en el cripto-espacio de la nación surcoreana, en donde se impusieron regulaciones sobre el comercio anónimo de criptomonedas, en busca de dar cumplimiento con la normativa de “conocer a tu cliente”, y como parte de los esfuerzos gubernamentales para prevenir el lavado de dinero. A principios de Enero, el Servicio Supervisor Financiero y la Unidad de Inteligencia Financiera de Corea unieron fuerzas para llevar a cabo inspecciones en seis de los bancos locales más grandes, en un movimiento para detectar y acabar con las actividades criminales.
Días después de iniciada dicha operación, el ministro de justicia surcoreano anunció que su institución estaba preparando un marco legal que prohibiría completamente las criptomonedas de ese país. Esta acción no solo trajo miedo e incertidumbre entre los inversionistas, sino también reacciones negativas por parte de la población local y de algunos altos oficiales (incluyendo a Yeon). Hasta el presidente del mencionado país tuvo que aclarar que dicha propuesta no tendría efecto inmediato hasta que fuera discutido “con cada ministerio.”