Puntos clave de la noticia:
- Ellison saldría el 21 de enero de 2026, cerca de 10 meses antes, tras estar en confinamiento comunitario desde octubre de 2025.
- Se declaró culpable en diciembre de 2022, testificó sobre fondos mezclados y se le ordenó decomisar $11 mil millones y cumplir dos años; Bankman-Fried recibió 25.
- Ray dijo que su ayuda recuperó cientos de millones; enfrenta un veto de 10 años como ejecutiva/directora y libertad supervisada, mientras Bankman-Fried pide clemencia a Trump y figura con salida en septiembre de 2044.
Caroline Ellison, ex co-CEO de Alameda Research, está programada para salir de custodia federal el 21 de enero de 2026, según registros de la Oficina Federal de Prisiones de EE. UU. La fecha llega cerca de 10 meses antes de completar su sentencia de dos años, y el calendario en sí ya es el titular dentro de la saga FTX. Ellison, de 31 años, ha estado en confinamiento comunitario desde octubre de 2025 tras ser trasladada desde una prisión federal en Connecticut, de acuerdo con un reporte previo de Business Insider.
El mercado interpreta qué implica esto para la rendición de cuentas: la liberación anticipada se lee como cooperación más créditos por buena conducta y no como una reescritura de los hechos. El hito cierra un capítulo, pero también reactiva el foco sobre qué tan rápido divergen las consecuencias para insiders. Para equipos de compliance, la señal es directa: cooperar cambia materialmente los resultados.
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Caroline Ellison, the former CEO of Alameda Research, is scheduled to be released from federal custody on January 21, 2026 pic.twitter.com/WkStCGH8E4
— WF (@WhaleFUD) December 25, 2025
Cronograma de liberación y réplicas legales
Ellison se declaró culpable en diciembre de 2022 de fraude y conspiración vinculados al colapso de FTX, un evento que dejó pérdidas de miles de millones para clientes y se convirtió en uno de los escándalos definitorios del sector. En tribunales, su cooperación se tradujo en ventaja procesal, detallando cómo Alameda y FTX mezclaron fondos de clientes y ocultaron faltantes financieros.

Ese testimonio ayudó a asegurar la condena de Sam Bankman-Fried por múltiples cargos de fraude, seguida por una sentencia de 25 años de prisión. La sentencia de Ellison llegó en septiembre de 2024, cuando el juez federal Lewis Kaplan ordenó el decomiso de $11 mil millones y una pena de dos años que comenzó en noviembre. El contraste no es sobre inocencia, sino sobre rendición de cuentas negociada. Su cronograma pasa a ser un punto de referencia sobre la velocidad con la que el sistema procesa los fracasos de la era cripto.
La fecha anticipada parece reflejar créditos por buena conducta y el valor medible que la fiscalía y la quiebra asignaron a su cooperación. Antes de la sentencia, el CEO John J. Ray III dijo que Ellison brindó “asistencia valiosa” que ayudó a recuperar cientos de millones de dólares para acreedores, respaldando esfuerzos para devolver fondos. Tras su liberación, el perímetro operativo se achica, con una prohibición de 10 años para actuar como ejecutiva o directora en compañías públicas o exchanges cripto, además de un periodo de libertad supervisada que limita roles en negocios regulados.
Mientras tanto, Bankman-Fried busca clemencia del presidente de EE. UU., Donald Trump, y afirma que el caso estuvo motivado políticamente; registros penitenciarios ubican su liberación en septiembre de 2044. La saga pasa del juicio a la gobernanza de largo plazo, con reputaciones todavía recalibrándose.





