Este jueves la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, anunció que el BCE finalizó el trabajo técnico preparatorio para el despliegue del euro digital. Durante la última rueda de prensa del año, donde se confirmó que los tipos de interés permanecerán sin cambios, Lagarde dijo que ahora la responsabilidad recae sobre el Parlamento Europeo y el Consejo para avanzar en el marco regulatorio de esta moneda pública.
Lagarde dijo que esta decisión responde a la necesidad de crear un «ancla de estabilidad» financiera en la era digital. Reafirmó que la inflación va camino al objetivo del 2% para 2028, permitiendo al banco centrarse en la soberanía monetaria. Este activo digital no solo busca modernizar los pagos, sino garantizar la continuidad del sistema ante posibles ciberataques o fallos de infraestructura bancaria tradicional, según destacó el miembro del consejo Piero Cipollone.
Lo que sigue es la aprobación legislativa para permitir un lanzamiento previsto en la segunda mitad de 2026. El sector estará atento a la convergencia de este proyecto con el reglamento MiCA, ya que el despliegue del euro digital coincidirá con el auge de las stablecoins reguladas, redefiniendo por completo el ecosistema de pagos en la eurozona durante los próximos meses.
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