Puntos clave de la Noticia
- El balance de XRP en las plataformas de intercambio se desplomó de 3.76 mil millones a casi 1.6 mil millones en solo dos meses.
- El soporte técnico de los $1.78 se identifica como la zona de mayor acumulación según los datos de Glassnode.
- Analistas sugieren que la demanda de los ETF está drenando la liquidez, preparando el escenario para un posible rally.
El ecosistema de Ripple cierra el año con una señal que despertó el optimismo entre los inversores a largo plazo. Cuando el precio estaba estable cerca de los $1.87, los datos on-chain señalaban una tendencia masiva de retiro de activos.
Actualmente, la oferta de XRP en exchanges cayó a niveles que no se registraban desde agosto de 2018, lo que sugiere una reducción drástica en la intención de venta inmediata y un movimiento coordinado hacia el almacenamiento en frío.
Glassnode indica que, los saldos en las casas de cambio disminuyeron en aproximadamente 2.16 mil millones de tokens desde octubre. Este fenómeno suele preceder a periodos de baja liquidez en el lado de la venta, lo que facilita descubrimientos de precios al alza si la demanda institucional continúa su ritmo actual.
Soportes críticos y proyecciones de recuperación para 2026
Desde lo técnico, el mercado estableció una «línea en la arena» muy clara. Durante el 2025 la zona de demanda situada entre los $1.60 y los $1.84 ha funcionado como un suelo fiable. Sin embargo, el nivel de precio realizado de UTXO destaca los $1.78 como el punto de soporte más robusto, donde se movieron cerca de 1.87 mil millones de XRP.
Mantenerse por encima de este valor es vital para que la oferta de XRP en exchanges siga disminuyendo sin generar pánico en el mercado minorista.
Analistas del sector, como LeviRietveld, consideran que esta configuración es marcadamente alcista. La salida récord de 1.4 mil millones de tokens en un solo día (el pasado 19 de octubre) refuerza la tesis de que grandes tenedores o «ballenas» están acumulando agresivamente.
En resumen, si XRP logra defender este soporte y confirmar una estructura de triple suelo en el gráfico semanal, el camino hacia los $3.79 podría abrirse en 2026. Pero, la cautela persiste: sin nuevos catalizadores macroeconómicos, el activo podría mantenerse en un rango lateral antes de iniciar su próxima gran expansión.
