A menos de un mes del anuncio de la reconversión monetaria, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro dispuso de nuevas medidas económicas, esta vez relacionadas al sistema salarial que entrará en vigencia el próximo 1 de Septiembre.
A través de una transmisión de televisión nacional, comunicó la implementación de un nuevo sistema salarial que estará anclado al Petro, la criptomoneda nacional. La idea que plantea el polémico mandatario es que de ahora en adelante, el país tenga dos unidades contables: la primera unidad será la nueva moneda local, el Bolívar Soberano (Bs.S); y la segunda será el Petro.
Maduro explicó que el salario mínimo se fijó en 1.800 Bs.S, que equivalen a la mitad del valor de la criptomoneda venezolana, que a su vez se fijó en 3.600 Bs.S o 60 dólares, correspondiente al actual precio del barril de crudo. Esta explicación, además de ser confusa para los ciudadanos, ha disparado un sin fin de críticas, ya que las criptomonedas se caracterizan por operar de forma descentralizada, es decir, su valor no lo fija ningún estado, ente o rubro.
Así mismo, el presidente aseguró que el Estado asumirá por los próximos 90 días, el pago diferencial de los aumentos salariales para todas las nóminas de la pequeña y mediana industria del país:
“Vamos a un déficit fiscal cero, una etapa de disciplina fiscal necesaria que va a fortalecer el sistema económico nuevo venezolano», añadió Maduro.
¿El final o el inicio del caos?
El anclaje del sistema salarial a la petromoneda – lanzada en febrero de este año, y considerada como la primera criptomoneda respaldada por las reservas petroleras de un país – ha causado confusión y nerviosismo entre los ciudadanos, dada la falta de información y adiestramiento por parte del gobierno local para que las personas manejen, aunque sea, un nivel básico de conocimiento sobre el tema.
Adicionalmente, el tóken no es visto con buenos ojos más allá de las fronteras venezolanas, en muy buena parte, por las sanciones que impuso el gobierno de los Estados Unidos al mencionado activo digital, por lo que ninguna criptocasa de cambio ha querido listarla – por tanto, no puede ser intercambiada de forma regular.
No obstante, según el oficialismo y simpatizantes de Maduro, estas medidas económicas son para batallar con lo que denominan como ‘guerra económica’ – que no es más que una hiperinflación causada por una serie de acciones y omisiones en el apartado económico, que incluyen procesos corruptos en un riguroso control cambiario al que sólo tienen acceso pocas empresas privadas.
Mientras tanto, diferentes voces de todos los ámbitos, tanto opositores como chavistas disidentes, coinciden en el advenimiento de un ambiente caótico para los próximos días, no sólo por el impacto agresivo que tendrá esta nueva devaluación, sino por la confusión de la población que no ha tenido suficiente tiempo para adaptarse a tantos cambios y a una crisis que alcanza todos los sectores, incluido salud y transporte.