Puntos clave de la noticia:
- El State of Crypto de 21Shares advierte que la mayoría de las L2 de Ethereum podrían no sobrevivir más allá de 2026 a medida que la actividad se concentra en unos pocos rollups dominantes.
- Base, Arbitrum y Optimism procesan casi 90% de las transacciones L2, mientras los rollups pequeños sufren una caída de uso de 61%, liquidez evaporada y varios cierres.
- Tras la reducción de tarifas de 90% con Dencun y los $55 millones de beneficios de Base, 21Shares prevé consolidación en torno a redes alineadas con ETH y respaldadas por exchanges, mientras las stablecoins se acercan a $1 billón.
El ecosistema de soluciones Layer 2 de Ethereum entra en una fase de consolidación intensa, según una nueva perspectiva de 21Shares en su informe State of Crypto, que advierte que la mayoría de las L2 actuales probablemente no sobrevivirán más allá de 2026 a medida que la actividad de usuarios, la liquidez y las comisiones se concentran en un pequeño grupo de rollups dominantes. El informe sostiene que dos años de expansión acelerada han llevado el mercado de escalado a un punto de ruptura, con solo unos pocos actores mostrando tracción sostenible.
Los rollups dominantes refuerzan su posición mientras las redes pequeñas se vuelven “cadenas zombi”
Actualmente compiten más de 50 L2 de Ethereum, pero a finales de 2025 Base, Arbitrum y Optimism ya procesaban casi 90% de todas las transacciones L2, con Base gestionando por sí sola más de 60% del total, lo que pone de relieve cómo los efectos de red y el respaldo de los exchanges están empujando rápidamente a los rollups más pequeños hacia los márgenes del ecosistema para usuarios y desarrolladores. 21Shares describe muchas de estas cadenas más débiles como redes que se deslizan hacia un estado de “zombi” a medida que su relevancia se diluye.
Las cifras detrás de esa etiqueta son contundentes. El uso en los rollups más pequeños ha caído 61% desde junio y la liquidez se ha evaporado de forma gradual, dejando algunos proyectos operando con una actividad mínima mientras otros, como Kinto y Loopring, cerraron servicios por completo y el valor total bloqueado (TVL) de Blast se desplomó 97%. Incluso protocolos DeFi de referencia como Aave y Synthetix han reducido sus despliegues en L2 con problemas, citando la falta de liquidez y los rendimientos limitados para los usuarios en esos entornos.
La presión competitiva se intensificó después de que la actualización Dencun de Ethereum redujera las tarifas de datos en torno a 90%, desencadenando guerras de comisiones agresivas que llevaron a la mayoría de los rollups a operar en terreno deficitario, mientras Base se mantiene como la única L2 que habría registrado beneficios en 2025, con alrededor de $55 millones en ganancias durante el año. El informe prevé que este entorno favorecerá a redes “más ligeras y resilientes” capaces de combinar un uso sólido con una economía sostenible.
De cara al futuro, 21Shares visualiza un panorama de escalado que se agrupa en tres pilares: diseños alineados con Ethereum, como Linea, que devuelven valor a la cadena principal; aspirantes de alto rendimiento como MegaETH, orientados a la ejecución casi en tiempo real; y redes respaldadas por exchanges, entre ellas Base, BNB Chain, Mantle e Ink, argumentando que estos modelos están mejor posicionados para capturar actividad a medida que las stablecoins se aproximan a $1 billón en circulación y las finanzas impulsadas por IA reconfiguran la demanda de activos digitales. En ese escenario, muchas L2 experimentales corren el riesgo de ser recordadas principalmente como intentos de corta vida de la primera ola de rollups.