Puntos clave de la noticia:
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Doce senadores demócratas impulsan un marco de siete pilares para regular el mercado cripto, que entrega más poder a la CFTC y exige nuevas obligaciones a exchanges y custodios.
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El plan busca que todas las plataformas en EE. UU. se registren en FinCEN, extiende controles antilavado y apunta al sector DeFi como foco de riesgo.
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La propuesta incluye una prohibición a los intereses generados por las stablecoins y restricciones éticas a funcionarios.
Un grupo de doce senadores dem:ócratas presentó un marco de siete pilares para regular el mercado cripto en los Estados Unidos, lo que marca el intento más ambicioso de su partido para socavar la libertad financiera de un sector de casi $4 billones.
La propuesta apunta a ordenar la clasificación de tokens, asignar competencias regulatorias, establecer obligaciones para emisores y plataformas, e introducir un régimen de supervisión más estricto sobre el sector DeFi.
Implicancias del Proyecto
El plan entregaría a la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas la potestad sobre mercados spot de activos que no califiquen como valores. Al mismo tiempo, definiría un mecanismo para que la Comisión de Bolsa determine qué tokens deben tratarse como valores. Los emisores tendrían que cumplir con divulgaciones específicas y los exchanges y custodios quedarían sujetos a normas exclusivas para el sector, que incluyen estándares contra manipulación y exigencias adicionales de protección al consumidor.
Uno de los puntos más duros es la obligación para que todas las plataformas cripto que atiendan a usuarios en EE. UU. se registren ante FinCEN como instituciones financieras. Eso extendería a los intermediarios del mercado cripto los controles de la Bank Secrecy Act, junto con normas antilavado y de sanciones internacionales.
El texto identifica al mercado DeFi como un foco de riesgo para el lavado de dinero y reclama nuevas herramientas de control, aunque no aclara si ese registro alcanzaría también a equipos que desarrollan software para protocolos. Esa ambigüedad contrasta con la propuesta republicana, que protege explícitamente a los desarrolladores.
El marco también busca prohibir que emisores de stablecoins ofrezcan intereses o rendimientos, incluso de manera indirecta a través de afiliados. Otro apartado introduce fuertes restricciones éticas: impediría a los funcionarios electos y a sus familias lanzar proyectos cripto o beneficiarse de ellos durante su mandato, y obligaría a publicar sus tenencias. Los senadores demócratas acusan a Donald Trump de haber usado su cargo para lucrar con iniciativas de activos digitales y califican esas prácticas como corrupción.
Un Retroceso para el Mercado Cripto Norteamericano
La propuesta choca de frente con el Clarity Act, la iniciativa republicana que ya superó la Cámara de Representantes con 294 votos a favor. Ambos proyectos coinciden en definir competencias regulatorias y dar certezas legales, pero divergen en la velocidad de tramitación, la supervisión de las DeFi y las cláusulas éticas.
Los republicanos presionan para aprobar el texto de manera rápida, mientras que los demócratas insisten en negociaciones más largas. La pugna abre un escenario incierto: tras años de parálisis, el Congreso parece más cerca de un acuerdo. Sin embargo, frente a lo que parecían ser avances, nos topamos nuevamente con la posibilidad de que la regulación termine sofocando la innovación.