Boid anunció un nuevo programa de emisión de NFT en EOS. El equipo afirma que su nuevo token de Tesla es el primero con utilidad real. La subasta comenzó el 26 de octubre y durará hasta el 16 de noviembre para distribuir los nuevos tokens y atraer a los usuarios para que extraigan el NFT.
Compartir recursos informáticos para resolver problemas del mundo real
El nuevo NFT de Boid sigue las pautas de minería. Los usuarios interesados participarán en el proceso de minería ofreciendo recursos informáticos no utilizados. Según Boid, «se dedicarán a la resolución de importantes problemas computacionales que van desde la medicina, la climatología, la astronomía y el aprendizaje automático».
Los mineros de Boid ayudarán a los proyectos científicos al ofrecer sus recursos informáticos como CPU, GPU y otros. Compiten en equipos en una línea de tiempo estacional y recibirán recompensas basadas en los resultados de la competencia. Según Boid, cuanta más potencia de procesamiento le des, más potencia BOID genera, lo que te proporciona más premios.
Las NFT son componentes críticos de los proyectos mineros. Boid crea algunos de ellos como incentivos financieros para atraer a más mineros. Los nuevos tokens de Boid se llaman «The Science Series». Los usuarios pueden intercambiarlos y recolectarlos como cualquier otro NFT. Tener un Science NFT significa algunos puntos para el minero con respecto a la tasa de extracción y las recompensas futuras.
La primera serie Science NFT de Boid lleva el nombre del famoso científico de principios del siglo XX, Nikola Tesla.
Boid presenta a Tesla:
“Para dar inicio a la Serie de Ciencias, pensamos que era apropiado traer al hombre que potencialmente estaba tan adelantado a su tiempo que ni siquiera él podría haber imaginado cuán asombroso sería mucho de lo que soñó e imaginó sobre la ciencia y la tecnología del futuro. coincidir con su fantasía. De hecho, podemos darle crédito por la idea de Internet inalámbrico y teléfonos inteligentes. Lo crea o no, en 1901 tuvo la idea de una forma inalámbrica de recopilar información, codificarla en su laboratorio, cambiar la frecuencia y transmitirla a un dispositivo portátil, casi exactamente como funcionan nuestros teléfonos inteligentes en la actualidad. Como muchas de sus grandes ideas, nunca se creó ni se probó».
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