En una entrevista reciente con The Wall Street Journal, Coinbase El CEO Brian Armstrong expresó su opinión sobre el futuro de la industria de la criptomoneda en Estados Unidos.
Según Armstrong, la clave para liberar el potencial del sector reside en la claridad de la normativa, que sólo puede lograrse mediante la acción del Congreso, estableciendo jurisprudencia, o después de las elecciones presidenciales de 2024.
ATRAPADO EN MEDIO DE UNA LUCHA DE PODER
Armstrong destacó la actual lucha de poder entre dos organismos reguladores estadounidenses, la Securities and Exchange Commission (SEC) y la Comisión de Futuros de Materias Primas Trading (CFTC), afirmando que Coinbase se ha encontrado «atrapados en el medio» de la guerra. Esta lucha ha creado un estado de incertidumbre en el sector, obstaculizando su crecimiento y desarrollo.
Sus declaraciones arrojan luz sobre la serie de acontecimientos que condujeron a la situación actual. En 2021, Coinbase salió a bolsa, ofreciendo una visión completa de sus operaciones comerciales y de los activos que cotizan en su plataforma. En ese momento, la SEC aprobó la oferta pública de Coinbase.
Sin embargo, aproximadamente un año después, la postura de la SEC empezó a cambiar, lo que dio lugar a declaraciones contradictorias y a la necesidad de una mayor claridad por parte de la agencia reguladora.
Brian Armstrong explicó además que Coinbase se ha mostrado proactiva a la hora de colaborar con los reguladores siempre que se han producido actualizaciones o cambios en la normativa. La empresa se ha mostrado dispuesta a cumplir la normativa y a realizar los ajustes necesarios.
Por ejemplo, cuando la SEC expresó su preocupación por la posibilidad de que XRP fuera un valor, Coinbase retiró el activo de la lista, a la espera de una determinación concluyente.
Lamentablemente, la comunicación de la SEC con Coinbase se hizo cada vez más vaga y poco receptiva, culminando con la emisión de un Wells notice y finalmente presentar una denuncia contra la criptoempresa.
Según el Director General, la situación refleja una forma de «regulación por ejecución». en ausencia de normas y directrices claras. La amplia afirmación de la SEC de que todo lo que no sea Bitcoin se considera un valor no augura nada bueno para el futuro de la criptoindustria en Estados Unidos.
EL CEO DE COINBASE DESTACA LAS SOLUCIONES A LA INCERTIDUMBRE REGULATORIA DE LAS CRIPTOMONEDAS
Para resolver la incertidumbre normativa, Armstrong cree que el Congreso debe intervenir elaborando una legislación que proporcione directrices claras a la industria. Mencionó que ya se están creando proyectos de ley en el Congreso, lo que pone de relieve la creciente concienciación entre los legisladores de que Estados Unidos corre el riesgo de quedarse rezagado respecto a otros centros financieros mundiales en la adopción y regulación de las criptomonedas.
Además, afirmó la posibilidad de que el «resultado correcto» después de las elecciones presidenciales de 2024. Con un posible cambio de liderazgo, podría haber una oportunidad para una nueva perspectiva en la regulación de las criptomonedas. Sin embargo, señaló que depender únicamente de los ciclos políticos podría dar lugar a retrasos y la industria necesita medidas proactivas para proporcionar seguridad regulatoria más pronto que tarde.
Armstrong también hizo hincapié en la importancia de la jurisprudencia para aclarar la clasificación de los distintos criptoactivos. Al desafiar al regulador financiero criptoescéptico ante los tribunales, Coinbase pretende contribuir al establecimiento de jurisprudencia, lo que proporcionaría una claridad muy necesaria para el sector y facilitaría su crecimiento.
