Puntos clave de la noticia:
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Ripple suspendió su salida a bolsa para 2025, priorizando adquisiciones y nuevos productos como RLUSD, pese a su sólida valoración de $11.3 mil millones.
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La compra de Hidden Road por $1.25 mil millones refuerza su apuesta por los servicios financieros digitales.
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La compañía descarta depender de capital externo o de los mercados bursátiles, enfocándose en infraestructura y soluciones de pago sin exposición pública.
Ripple decidió suspender sus planes de salida a bolsa previstos para 2025, a pesar de contar con una valoración actual de $11.3 mil millones y haber resuelto su prolongado conflicto legal con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).
La compañía considera que no necesita capital externo ni mayor exposición pública para sostener sus operaciones y ritmo de crecimiento, por lo que priorizará otras estrategias para seguir fortaleciendo su presencia en el sector financiero.
Monica Long, presidenta de Ripple, confirmó que la firma mantiene reservas millonarias y un negocio sólido. La empresa ya había barajado la opción de una oferta pública inicial en ocasiones anteriores, sobre todo después de obtener una resolución parcial en su disputa con la SEC. Sin embargo, las condiciones actuales del mercado y su posición financiera llevaron a descartar esa posibilidad en el corto plazo.
Adquisiciones Estratégicas
En lugar de apostar por una cotización en bolsa, Ripple optó por ampliar su alcance mediante algunas adquisiciones. La compra de Hidden Road, un broker de activos digitales que procesa transacciones por más de $3 billones al año, fue una de sus jugadas más recientes en esa dirección. La transacción, valuada en $1.25 mil millones, le permitirá fortalecer su posición en los servicios financieros tanto tradicionales como digitales.
Ripple Apuesta por RLUSD
La compañía también avanza en el desarrollo de RLUSD, una stablecoin respaldada por dólares que busca competir con USDC y Tether. Este proyecto tiene como objetivo ampliar su participación en los mercados de pagos transfronterizos y soluciones de liquidez, combinando una infraestructura bancaria clásica con herramientas propias de la industria cripto.
Cabe destacar que el contexto general de las ofertas públicas iniciales también influyó en la decisión de la firma. Desde 2022, la actividad en dicho segmento se redujo por factores macroeconómicos y regulatorios. Muchas empresas tecnológicas prefieren evitar el riesgo y las condiciones poco favorables de los mercados bursátiles. Ripple parece alinearse con esa tendencia, prefiriendo enfocar sus esfuerzos en proyectos concretos que no dependen de la especulación financiera.
Pese a no tener una IPO en agenda, Ripple seguirá fortaleciendo su negocio y ampliando su capital con el respaldo de inversores renombrados como Andreessen Horowitz y Google Ventures. Su estrategia actual apunta a construir una infraestructura capaz de sostenerse sin la presión de los mercados públicos.
