Puntos clave de la noticia:
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Ripple obtuvo $500M en una ronda que integra a fondos como Citadel y Brevan Howard y fija retornos garantizados del 10% al 25% para los nuevos inversores.
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La compañía carga con obligaciones que pueden superar $700M en cuatro años.
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La compañía busca reducir la dependencia sobre XRP con adquisiciones como las de Hidden Road y GTreasury y con un programa de recompras que ya cubrió más del 25% del capital.
Ripple cerró una ronda de $500M que redefinió su estructura financiera y expuso cómo el mercado sigue vinculando el valor de la compañía al XRP. Los fondos que entraron —Citadel, Fortress, Marshall Wace, Brevan Howard, Galaxy Digital y Pantera Capital— no hicieron una apuesta abierta a su crecimiento: negociaron un esquema que protege su rendimiento incluso si Ripple no cumple sus proyecciones.
¿Cómo Funciona el Nuevo Acuerdo?
Los nuevos inversores recibieron un paquete de acciones con una cláusula que garantiza un retorno del 10% anual durante tres o cuatro años. Ripple deberá recomprar esas participaciones si los fondos deciden ejercer la opción. Si la recompra ocurre antes o si la compañía fuerza la salida, el costo sube a un 25% anual. Esa obligación puede superar los $700M en cuatro años y obliga a la compañía a reservar capital, planificar flujos futuros y evaluar nuevas fuentes de financiación antes de cada movimiento.
Los fondos que participaron estimaron que cerca del 90% del valor neto de Ripple proviene del XRP. En julio, la compañía tenía una tesorería equivalente a $124B en tokens; tras la última caída, ese número bajó a unos $83.3B. XRP perdió alrededor del 16% de su valor desde finales de octubre y más de 40% desde el máximo alcanzado en julio.
Ripple Busca la Luz Más Allá de XRP
Ripple trabaja para reducir ese peso mediante adquisiciones que expandan su negocio más allá del XRP. La compra de Hidden Road por $1.25B y de GTreasury por $1B tiene como objetivo fortalecer su posición en servicios de prime brokerage y en gestión de tesorería. Esa expansión se suma a un programa sostenido de recompra de acciones que cubrió más del 25% del capital en circulación. La empresa no avanza hacia una salida a bolsa por ahora y prioriza un balance robusto que pueda absorber sus obligaciones futuras.
El mercado cripto vivió un año de abundante flujo de capital y volatilidad extrema. Ese contexto ha impulsado acuerdos con protecciones fuertes para grandes inversores y obliga a empresas como Ripple a equilibrar su crecimiento, las compras estratégicas y sus compromisos financieros.