Puntos claves de la noticia:
- La cámara baja polaca (Sejm) aprobó nuevamente la Ley del Mercado de Criptoactivos, anulando el veto presidencial anterior.
- El proyecto pasa ahora al Senado y debe alinear la ley polaca con el reglamento MiCA de la UE para julio de 2026.
- El presidente lo había vetado, citando amenazas a la libertad y propiedad, pero podría firmarlo tras un informe de seguridad.
El Sejm aprobó otra vez la Crypto-Assets Market Act y reactivó un debate que ya llegó a un veto presidencial. En una votación del jueves, 241 diputados votaron a favor y 183 en contra. Luego, el viernes, el Sejm envió el proyecto al Senado para revisión.
La propuesta busca alinear normas nacionales con MiCA, el marco de la Unión Europea para criptoactivos. Los países miembros deben completar la transición antes de julio de 2026. Aun así, varios legisladores y representantes del sector advirtieron que el texto puede endurecer condiciones para empresas y usuarios en Polonia.

El primer intento pasó por el Senado, pero el presidente Karol Nawrocki lo vetó en diciembre. En su explicación, Nawrocki afirmó que la ley amenaza libertades, propiedad y estabilidad del Estado. La cámara baja reintrodujo el proyecto la semana pasada sin cambios, según un diputado, ni una coma.
El veto, la seguridad y el segundo regreso a la mesa presidencial
Ahora el Senado estudia el texto. Si el Senado aprueba, el proyecto vuelve al despacho de Nawrocki. Un portavoz del gobierno dijo que espera la firma tras una sesión informativa clasificada que entregó al presidente una visión completa sobre implicaciones para la seguridad nacional.
Nawrocki asumió el cargo en agosto y, durante la campaña, tomó distancia de reglas duras para el sector. En mayo, en una publicación en X, Nawrocki prometió bloquear leyes opresivas para activos digitales y sostuvo que Polonia necesita avance, no más controles.
Mientras tanto, el mercado local sigue atento al calendario legislativo. Además, empresas de servicios cripto evalúan requisitos, licencias formales y costos. Por otra parte, usuarios miran posibles límites operativos, reportes y supervisión. El Senado decide el ritmo del siguiente paso. El resultado influye en precios.
