Con la introducción de Bitcoin en 2009, el ecosistema de criptomonedas ganó protagonismo y reconocimiento mundial. Desde entonces, la criptoesfera ha revolucionado por completo la forma en que las personas realizan transacciones y mantienen sus activos. Como resultado, las transacciones digitales se han vuelto considerablemente más rápidas que nunca. El sector está mejorando y evolucionando gradualmente a lo largo del tiempo, ya que muchas empresas y organizaciones expresan la necesidad de mover su dinero mucho más rápido.
Por otro lado, el uso de las criptomonedas se ha generalizado bastante, aunque todavía hay un número considerable de organizaciones que no las aceptan como método de pago. Teniendo esto en cuenta, las criptomonedas descentralizadas más amplias siguen ganando una mayor aceptación. Organizaciones como PayPal permiten a los usuarios comprar y vender utilizando criptomonedas como Bitcoin. Incluso Visa presentó previamente su decisión de aceptar criptomonedas como método de pago en algunas regiones.
Obstáculo en la adopción global de criptomonedas
Las cosas no son tan simples como parecen. Todavía hay una aceptación desigual dentro de los mercados financieros. Muchos países han desaprobado el uso de las criptomonedas. Algunos estados son críticos con la descentralización y el anonimato que ofrecen las criptomonedas y la cadena de bloques. Argumentan que podría facilitar el lavado de dinero y la financiación del terrorismo en todo el mundo debido a la falta de escrutinio. Por lo tanto, ha habido llamados para la regulación del sector por parte de los EE. UU. y otros países destacados.
Las criptomonedas se diseñaron teniendo en cuenta la esencia de devolver el poder del dinero a las personas. Esto se consideró inicialmente como una mejor alternativa al sistema económico actual, pero muchos organismos reguladores piensan lo contrario. Dentro de los Estados Unidos, la poca claridad de la regulación amenaza en gran medida la adopción más amplia de nuevas tecnologías, así como la innovación en los pagos digitales.
La mayoría de las regulaciones de EE. UU. no están seguras de lo que deben lograr, junto con la incapacidad de mantenerse al día con los avances. Por lo tanto, sus acciones inevitablemente privan a innumerables usuarios de la facilidad de realizar transacciones. Las autoridades reguladoras de EE. UU. creen que se requiere una mayor regulación en un esfuerzo por ayudar a los usuarios a comprender completamente el potencial del uso de activos digitales y criptomonedas.
A pesar de que muchas empresas las aceptan como método de pago, muchas creen que sus esfuerzos terminarían siendo inútiles considerando la falta de regulación en torno a las criptomonedas. Como resultado directo de esta creencia, las reglamentaciones estadounidenses están ralentizando la innovación. Una mayor accesibilidad, junto con una fácil disponibilidad, son algunos de los principales factores que juegan un papel fundamental para impulsar algo a convertirse en la corriente principal.
Regulaciones de EE.UU. VS Criptomonedas
Se entiende que las regulaciones estadounidenses guardan rencor contra la adopción más amplia de las criptomonedas. Es bastante evidente que están haciendo todo lo posible para reforzar su control sobre el sector en general. Despojar a las personas de la facilidad de realizar transacciones y mantener sus activos parece ser una carga para ellos después de todo. Para los usuarios, un criptomercado no regulado era más como un salvaje oeste donde tenían la libertad de hacer lo que quisieran. Pero esa libertad duró poco ya que los organismos reguladores intervinieron para «civilizar» el criptoespacio.
Varias organizaciones tienen puntos de vista diferentes. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) cree que las criptos están violando abiertamente la ley de valores, mientras que la CFTC permite el comercio de Bitcoin. Por lo que todavía es incierto lo que podría suceder en el futuro.
Futuro de las regulaciones cripto
La regulación de las criptomonedas aún se encuentra en sus primeras etapas, y cualquier desarrollo futuro aún es una cuestión de conjeturas. No importa cómo sea la regulación, seguramente tendrá un impacto considerable en las criptomonedas. El organismo regulador de los EE.UU., la SEC, está deteniendo muchos intercambios de cifrado y se espera que esta acción continúe durante mucho tiempo. Sus políticas y acciones afectan en gran medida los precios de las criptomonedas. Además, incluso representa una amenaza para los inversores de perder sus inversiones.
La SEC cree que su intervención pondría fin al ciclo de fraude en el criptomundo. Sin embargo, ese no es exactamente el caso. Las personas pueden cuidar de sí mismas, y es la propia SEC la que está imponiendo sus propias ideologías en el criptoespacio. Esto inevitablemente dificultaría que los inversores inviertan en criptomonedas. Además, está en gran medida en contra de la verdadera esencia del mundo cripto.
En lo que respecta a las monedas estables, siempre se han considerado más útiles que las criptomonedas como medio de intercambio. Conectan el mundo fiduciario con los activos digitales, ya que mantienen su valor 1:1 Cualquier moneda fiduciaria. Como resultado de las regulaciones de los EE. UU. muchas monedas estables han perdido su vinculación a 1$. Estos casos son muy populares entre los inversores, pero también han estado bajo la mirada de las autoridades reguladoras.
Últimas palabras
Se teme que cualquier regulación en este campo pueda despojar inevitablemente a los inversores de su confianza para invertir dinero en el sector. Las criptomonedas fueron diseñadas para otorgar a los usuarios el poder y la libertad del dinero, pero muchas regulaciones de los EE. UU. se han vinculado para quitárselos. Las acciones de tales autoridades han infundido miedo en el mercado.
Se teme que estas regulaciones estadounidenses poco claras puedan expulsar a las criptomonedas del mundo financiero. Muchos inversores están obligados a sufrir pérdidas considerables debido a sus acciones. Desde el comienzo de este escrutinio, las criptomonedas pierden constantemente su valor y no han podido recuperarse. Por lo tanto, las regulaciones de EE. UU. deberían mantenerse al margen, ya que todo estaba bastante bien antes de que intervinieran.
