Puntos clave de la noticia:
-
Greenidge Generation obtuvo una renovación de cinco años para operar su planta de minería y energía en Nueva York, tras acordar límites ambientales más estrictos con el NYSDEC.
-
El nuevo permiso Title V impone una reducción del 44% en las emisiones permitidas y del 25% en las reales antes de 2030, superando los objetivos climáticos estatales.
-
La planta de Dresden puede redirigir energía a la red en minutos y ya aporta cerca del 10% de los ingresos fiscales del condado de Yates.
Las acciones de Greenidge Generation Holdings (NASDAQ: GREE) subieron más de un 30% tras alcanzar un acuerdo histórico con el Estado de Nueva York que pone fin a años de disputas por su permiso de emisiones.
La resolución otorga a la compañía una renovación de cinco años para operar su planta de generación eléctrica y minería de Bitcoin en Dresden, bajo límites ambientales más estrictos que los exigidos por la ley estatal.
Minería Cripto Amigable con el Ecosistema
El Departamento de Conservación Ambiental (NYSDEC) y Greenidge firmaron un nuevo permiso Title V que exige una reducción del 44% en las emisiones permitidas y del 25% en las emisiones reales antes de 2030. Estas metas superan los objetivos del Climate Leadership and Community Protection Act, que fija un recorte general del 40% en la próxima década. El acuerdo también cierra toda la litigación pendiente y valida que la operación cumple plenamente con las normas climáticas del estado.
La instalación de Dresden, reconvertida en 2016 de carbón a gas natural, combina generación eléctrica y minería de criptomonedas sin consumir energía de la red pública. Su diseño permite detener la minería en cuestión de minutos para redirigir electricidad al sistema regional durante los picos de demanda, aportando estabilidad a la red y reduciendo costos para los consumidores. Desde 2022, la planta ha incrementado cada año la cantidad de energía enviada al sistema eléctrico del norte del estado.

Greenidge Sienta un Precedente Histórico para la Industria
El presidente de Greenidge, Dale Irwin, calificó el acuerdo como un “permiso sólido y equilibrado” que valida su modelo de minería responsable, capaz de producir energía y respaldar la red mientras cumple los objetivos ambientales más exigentes del país. El sindicato International Brotherhood of Electrical Workers (IBEW Local 10) celebró el resultado, destacando que protege empleos sindicalizados y fortalece la infraestructura energética local.
Desde su adquisición, Greenidge ha invertido más de $100 millones en modernizar la planta y hoy representa cerca del 10% de los ingresos fiscales del condado de Yates. Este caso tan particular marca un punto de inflexión en la relación entre la industria minera y los reguladores, demostrando que la minería puede integrarse al sistema energético como herramienta de balance y eficiencia.
