Puntos claves de la noticia
- La nueva Ley GENIUS exige reservas en bonos del Tesoro para stablecoins.
- Esto podría convertir las stablecoins en un gran tenedor de deuda.
- La ley crea una forma privatizada de flexibilización cuantitativa.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha implementado un cambio profundo en la política monetaria al redirigir las reservas de stablecoins hacia la deuda gubernamental. El 18 de julio de 2025, el presidente Trump firmó la Ley para Guiar y Establecer la Innovación Nacional para Stablecoins de EE. UU. (La Ley GENIUS Act), inicialmente promovida como una medida de protección al consumidor de monedas digitales.
En la práctica, la ley obliga a los emisores de stablecoins a mantener el 100 % de sus reservas en bonos del Tesoro de EE. UU. o efectivo del banco central. La supervisión regulatoria recae en la Oficina del Contralor de la Moneda, un organismo del Tesoro, evitando al Banco de la Reserva Federal.
Los analistas señalan que cada dólar digital emitido funciona ahora como una compra directa de deuda soberana. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, proyecta que el mercado podría crecer de 309 mil millones de dólares actuales a entre 2 y 3,7 billones para 2030.
De concretarse, los emisores de stablecoins se convertirían en uno de los mayores tenedores de deuda estadounidense después de la Fed. A diferencia de la flexibilización cuantitativa convencional, este mecanismo depende de flujos de capital privados, principalmente de mercados emergentes que buscan exposición al dólar.
La ley GENIUS Act prohíbe a los emisores invertir en deuda corporativa, papel comercial o cualquier activo distinto de los instrumentos gubernamentales a corto plazo. Solo pueden mantener depósitos en dólares en bancos asegurados por la FDIC, bonos del Tesoro con vencimiento menor a 90 días o acuerdos de recompra respaldados por esos bonos.
No pueden rehypotecar activos, salvo para atender necesidades de redención de manera inmediata. Esta estructura convierte a los emisores de stablecoins en bancos especializados, encargados de canalizar ahorros privados hacia subastas del Tesoro.
Investigaciones del Banco de Pagos Internacionales muestran que la entrada de stablecoins reduce los rendimientos de bonos a corto plazo entre 2,5 y 5 puntos básicos por cada 3,5 mil millones de dólares en capitalización de mercado.
Las salidas tienen un efecto mayor, aumentando rendimientos hasta dos o tres veces más. Aplicado a un mercado potencial de 3 billones de dólares, el mecanismo podría recortar costos de financiamiento entre 25 y 50 puntos básicos, ahorrando al gobierno más de 100 mil millones de dólares anuales en intereses.
La ley Genius efectivamente desacopla la política fiscal de la monetaria
Incluso si la Fed aumenta la tasa de fondos federales para endurecer condiciones, las compras obligatorias de stablecoins podrían permitir al Tesoro financiarse a tasas más bajas. Los críticos destacan que la ley también permite reservas en efectivo, limitando el impacto, pero los defensores lo consideran una forma privatizada de flexibilización cuantitativa.
El analista Shanaka Anslem Perera describe la ley GENIUS Act como un cambio estructural en el poder financiero de EE. UU. Las stablecoins se han vuelto herramientas clave en mercados emergentes, y bajo la ley, cada token emitido canaliza capital directamente hacia la deuda del Tesoro.
Wall Street, incluyendo instituciones como JPMorgan, parece adaptarse a este marco, aceptando criptomonedas como colateral y reconociendo la creciente influencia del Tesoro sobre el mercado.