Puntos clave de la Noticia
- El ciclo de halving satisface la demanda institucional: el ciclo de precios de cuatro años de Bitcoin, impulsado por recortes de suministro programados, enfrenta disrupciones a medida que los inversores institucionales, a través de ETF y tenencias corporativas.
- El progreso regulatorio facilita la entrada institucional: las regulaciones cripto más claras, impulsadas por la orden ejecutiva de Trump de 2025, han legitimado a Bitcoin para las finanzas tradicionales.
- La evolución de Bitcoin hacia un activo macro: los datos del halving posterior a 2024 muestran una volatilidad moderada y oscilaciones de precios, lo que indica un cambio potencial hacia un comportamiento similar al del oro.
El ciclo de cuatro años de Bitcoin, históricamente ligado a sus eventos de halving, ha dictado durante mucho tiempo su trayectoria de precios. Cada 210.000 bloques, aproximadamente cuatro años, la recompensa por minar Bitcoin se reduce a la mitad, lo que reduce la nueva oferta y desencadena históricamente mercados alcistas.
Este patrón, que se repite desde 2012, se ha convertido en una piedra angular de la psicología del criptomercado, y los inversores anticipan picos y valles alineados con estos eventos. Sin embargo, los expertos ahora argumentan que la creciente adopción institucional podría alterar este ritmo, remodelando la dinámica del mercado de Bitcoin.
Inversores institucionales: una nueva fuerza en el criptomercado
El aumento de la participación institucional, a través de ETF de Bitcoin, tesorerías corporativas y fondos de cobertura, inyecta una estabilidad sin precedentes en el activo históricamente volátil.
Según el director de inversiones de Bitwise, Matt Hougan, las entradas institucionales están «cambiando el juego» al introducir capital a largo plazo que prioriza la narrativa de reserva de valor de Bitcoin sobre los ciclos comerciales a corto plazo. Por ejemplo, los ETF de Bitcoin al contado de EE.UU. han absorbido miles de millones en entradas desde enero de 2024, creando un piso de demanda constante.
Este cambio podría diluir el impacto de la especulación impulsada por el comercio minorista, que tradicionalmente ha amplificado la volatilidad posterior al halving de Bitcoin. «Las instituciones no están cronometrando el halving; “Están construyendo posiciones estratégicas”, señaló Hougan en un memorando reciente.
Claridad regulatoria: impulsando la confianza institucional
Un catalizador clave para la adopción institucional es el progreso regulatorio. La orden ejecutiva de 2025 del presidente Donald Trump sobre criptomonedas, que obligaba a las agencias federales a coordinar la supervisión de los activos digitales, ha allanado lentamente el camino para pautas más claras.
Si bien la orden en sí no rompió el ciclo de cuatro años, sus efectos a largo plazo, como la legitimación de las criptomonedas para las finanzas tradicionales, ahora se están materializando. Los analistas sugieren que los marcos que promueven el cumplimiento, como las reglas contra el lavado de dinero o los estándares de custodia, han aliviado la vacilación institucional.
“La certeza regulatoria reduce las percepciones de riesgo”, dijo Rachel Lin, directora ejecutiva de un intercambio descentralizado. “Eso atrae capital menos sensible a los ciclos históricos de Bitcoin”.
¿Perderá el halving su impacto?
Aunque el halving de 2024 inicialmente provocó un aumento de precios, sus efectos fueron moderados en comparación con los ciclos anteriores. Los datos de Bitwise revelan que la volatilidad posterior al halving ha disminuido año tras año, coincidiendo con la acumulación institucional impulsada por los ETF. Algunos operadores aún esperan oscilaciones cíclicas, pero la tendencia sugiere un desacoplamiento gradual.
“El halving siempre importará”, dijo Hougan, “pero su influencia puede suavizarse a medida que Bitcoin madure y se convierta en un activo macro”. Si las instituciones continúan diversificándose en criptomonedas, los ciclos de Bitcoin podrían parecerse a los del oro, impulsados más por las tendencias macroeconómicas que por eventos de escasez programados.