Puntos claves de la noticia:
- Fundación Jito traslada sede a EE.UU., citando regulaciones más claras.
- Busca reconstruir confianza y expandir acceso institucional a Solana.
- Anuncio llega con el token JTO cerca de mínimos históricos.
La Jito Foundation, validador relevante dentro de Solana, anunció el retorno de su sede a Estados Unidos tras años de operación offshore. La organización plantea una reconstrucción como entidad legal radicada en territorio estadounidense y vincula la decisión con reglas más claras y con mayor adopción de criptoactivos en el país.
La fundación atribuye parte del freno previo a la falta de lineamientos, a bloqueos bancarios y a rechazos de socios que evitaban exposición a riesgos ligados a cripto. Además, el colapso de FTX golpeó la confianza sobre proyectos relacionados con Solana durante 2022 y 2023, un periodo que dejó cicatrices en la reputación de varios actores del sector.
After over a year of in-the-trenches policy work from Jito and a decade of lobbying and education from industry allies, we are bringing core Jito Foundation operations back to the U.S. 🇺🇸
Jito is coming home, and we’re throwing a party to celebrate. pic.twitter.com/60kOHbSftT
— buffalu (@buffalu__) December 17, 2025
Durante ciclos anteriores, Jito mantuvo distancia del mercado estadounidense y también limitó acceso de usuarios radicados en el país. La distribución de JTO mediante airdrop, realizada a finales de 2023, excluyó billeteras con base en Estados Unidos, un dato que subraya el cambio operativo que la fundación ahora impulsa.
La organización prepara un relanzamiento para el 8 de enero con una reunión en Washington, D.C. El evento sirve como punto de partida para reactivar alianzas y mostrar presencia institucional en la capital. En mercado, el anuncio convive con precios débiles: JTO cotiza cerca de $0.34, cerca de un mínimo histórico, mientras SOL retrocede a $123.54.
Productos, bloques neutrales y el frente legal que rodea a Solana
Jito impulsa productos del Jito Network y mantiene como pieza central el token de staking líquido JitoSOL. El protocolo figura como el cuarto más grande de Solana por valor bloqueado, con cerca de $1.85 mil millones en TVL, una cifra que sostiene su peso operativo dentro de la red.
La fundación también promueve bloques de inclusión justa y respalda BAM, una plataforma orientada a construcción neutral de bloques. Jito operó durante un tiempo como una fuente de transacciones pendientes, una referencia funcional similar a un “mempool” dentro de Solana. Más tarde, el equipo cortó el acceso de terceros a ese flujo con el objetivo de reducir ataques tipo “sandwich” y prácticas oportunistas en DEX.
En el plano económico, Jito obtiene gran parte de ingresos mediante propinas ligadas a prioridad de transacciones. Un grupo reducido de validadores usa esa infraestructura para acelerar confirmaciones, un dato que mantiene a Jito cerca del “motor” de actividad en Solana.
Un ETF de staking de SOL aparece como tema recurrente en conversaciones del sector, y varias compañías de tesorería digital ya delegan staking con validadores seleccionados. Bajo ese marco, la infraestructura de Jito gana atención… no por promesas, sino por el trabajo diario que sostiene el flujo de transacciones.
