Puntos clave de la noticia:
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Goldman Sachs y el secretario del Tesoro prevén un fuerte crecimiento del mercado de stablecoins, impulsado por regulaciones y su potencial en pagos.
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USDC podría aumentar $77 billones entre 2024 y 2027, con un CAGR cercano al 40 %, mientras que el mercado total de pagos representa $240 billones anuales.
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Investigaciones muestran que las entradas a stablecoins reducen ligeramente los rendimientos de bonos a corto plazo, aunque las salidas generan un impacto mayor.
Goldman Sachs y el secretario del Tesoro de EE. UU. anticipan un crecimiento intenso del mercado de stablecoins, impulsado por nuevas regulaciones y por su potencial para transformar los sistemas de pagos.
El banco sitúa el tamaño actual del mercado en $271 billones y proyecta que la emisión de monedas estables ancladas a dólares o a Treasuries podría expandir rápidamente su uso en transferencias y liquidaciones.
El secretario Scott Bessent ha señalado que las stablecoins, respaldadas 1:1 con instrumentos de alta calidad, pueden aumentar la demanda de bonos del Tesoro. Según su evaluación, ese respaldo fortalecerá al dólar en operaciones internacionales y facilitará el acceso a la economía estadounidense para más usuarios. La propuesta legislativa conocida como GENIUS Act busca armonizar reglas federales y estatales para estas criptomonedas, lo que aportará claridad legal y permite planear integraciones con sistemas de pago existentes.
Goldman Sachs: USDC Crecerá Muchísimo en los Próximos Años
Goldman Sachs añade que USDC podría captar una parte significativa del crecimiento. El banco estima un incremento de $77 billones en USDC entre 2024 y 2027, equivalente a un CAGR cercano al 40 % en ese periodo. Para Goldman, la mayor oportunidad reside en los pagos: Visa valora el volumen anual de pagos en alrededor de $240 billones, con cerca de $40 billones en consumo; esa escala muestra el potencial que las stablecoins tienen fuera del ámbito del trading cripto.
Investigaciones del Bank for International Settlements (BIS) indican que las entradas fuertes hacia stablecoins rebajan ligeramente los rendimientos de letras del Tesoro a corto plazo; su modelo sugiere una caída de 2 a 2,5 puntos básicos en plazos de tres meses tras un shock de entrada. El BIS alerta, sin embargo, que el efecto no es simétrico: las salidas elevan los rendimientos con mayor intensidad que la que producen las entradas al reducirlos.
No todos los analistas comparten el optimismo. Paul Donovan, de UBS, sostiene que las stablecoins redistribuyen liquidez dentro del sistema y no generan necesariamente demanda neta adicional de deuda pública. Desde esa perspectiva, mover activos desde instrumentos existentes hacia reservas que compran Treasuries no altera el volumen total de financiamiento.
Las stablecoins han quedado entre la innovación financiera y la política monetaria. La regulación definirá hasta qué punto podrán integrarse en los flujos de pago globales y cuánto influirán en la demanda de deuda pública a corto plazo.