Puntos clave de la noticia
- Brad Garlinghouse afirma que Ripple usa XRP, pero no lo gobierna.
- La red XRP Ledger es de código abierto y mantenida por una comunidad global.
- Garlinghouse subraya que las decisiones sobre el protocolo requieren consenso comunitario, no corporativo.
Brad Garlinghouse volvió a resaltar la diferencia entre el activo XRP y la empresa Ripple. Y es que, el Ceo de Ripple puso de nuevo sobre la mesa el tema puesto que, según él, el mercado aún no lo comprende del todo.
Recientemente Garlinghouse insistió en que, aunque Ripple utiliza la tecnología del XRP Ledger para optimizar los pagos transfronterizos, la compañía no ejerce control sobre la red, la cual es un ecosistema global y descentralizado.
Este malentendido fue un punto central durante la prolongada batalla legal de Ripple con la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC).
El litigio obligó a la empresa a demostrar que el ecosistema de XRP se extiende mucho más allá de su estructura corporativa. Garlinghouse fue enfático al corregir una de las confusiones más comunes: «La gente a veces dice: ‘XRP tiene un CEO’. Eso es simplemente incorrecto. Ripple tiene un CEO, que soy yo. XRP no tiene uno».
La Gobernanza y el Poder de la Comunidad
Para reforzar su argumento, Garlinghouse destacó la naturaleza descentralizada del XRP Ledger. La red es mantenida por cientos de desarrolladores, validadores y proyectos de todo el mundo, todos contribuyendo de manera independiente.
Esta estructura, en su opinión, acerca a XRP más al espíritu de Bitcoin o Ethereum que a cualquier token de propiedad corporativa. La independencia de XRP y Ripple se manifiesta en su gobernanza; las decisiones sobre actualizaciones del protocolo no dependen de la aprobación de Ripple, sino de un amplio consenso de la comunidad.
Garlinghouse admitió que incluso las propuestas de Ripple han sido rechazadas en el pasado por la comunidad, una clara señal de que el sistema descentralizado funciona como debería. El CEO hizo un llamado a una mayor educación en la industria para aclarar cómo operan los sistemas de blockchain abiertos y cómo empresas como Ripple pueden participar en un ecosistema sin controlarlo. «Ripple es un participante, no el dueño», concluyó.
«Construimos con XRP, pero XRP pertenece al mundo«. Su mensaje llega en un momento clave en que reguladores e inversores están aprendiendo a diferenciar entre proyectos corporativos y activos digitales verdaderamente impulsados por la comunidad.