Puntos clave de la noticia:
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La tokenización deja la fase piloto y entra en las finanzas tradicionales, el 2026 será un punto de inflexión por la convergencia entre regulación, infraestructura y volumen.
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En EE. UU., la SEC lanzará en 2026 un sandbox para emisión de tokens y la CFTC ya habilitó el uso de colateral tokenizado, mientras que la OCC permitió a bancos intermediar en criptos.
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La infraestructura ya reduce liquidaciones de días a segundos, el mercado superó los $2,300 millones y grandes bancos y gestoras avanzan con fondos, stablecoins y RWAs.
La tokenización dejó de ser un experimento y empieza a ocupar un lugar operativo dentro de las finanzas tradicionales. Tras años de pruebas controladas, el 2026 se postula como un punto de inflexión, no por promesas abstractas, sino por la convergencia de regulación, infraestructura y volumen real.
Nuevas Regulaciones Claras para la Tokenización
El cambio más relevante para la tokenización tendrá lugar en el frente regulatorio en EE. UU. La SEC lanzará en enero de 2026 un régimen de exención para la innovación que permitirá a empresas elegibles emitir tokens dentro de un sandbox supervisado, con límites claros y obligaciones de reporte.
La CFTC, por su parte, ya habilitó programas piloto para el uso de BTC, ETH y USDC como colateral tokenizado en derivados. A esto se suma la confirmación de la OCC de que los bancos pueden intermediar transacciones cripto, un desbloqueo operativo que hasta hace poco parecía lejano. El mensaje es consistente: la regulación dejó de bloquear y pasó a ordenar.
Desarrollo de Infraestructura y Nuevas Herramientas
La infraestructura también maduró bastante. En 2025, hubo pruebas coordinadas que realizaron transferencias de fondos monetarios tokenizados entre múltiples blockchains y redes de cash institucional, con ciclos completos de repo ejecutados en menos de un minuto. La diferencia frente al sistema tradicional es concreta: la liquidación pasa de uno a tres días a segundos. Esto libera capital, reduce riesgos de contraparte y redefine la gestión de tesorería.
El mercado de activos tokenizados creció de $860 millones en 2023 a más de $2,300 millones a mediados de 2025. Las stablecoins ya superan los $256,000 millones de capitalización y los emisores acumulan más bonos del Tesoro que varios países desarrollados. BlackRock, Robinhood, Citi y Bank of America ya operan pruebas o lanzamientos vinculados a activos tokenizados, desde fondos monetarios hasta stablecoins.
En términos técnicos, la tokenización convierte derechos de propiedad en tokens sobre la blockchain, permitiendo su fraccionamiento, mayor liquidez, liquidación casi instantánea y automatización mediante smart contracts. Acciones, bonos, bienes raíces, commodities y crédito privado entran en un mismo marco operativo, con trazabilidad y reglas programables.
Los Desafíos a Futuro
Sin embargo, hay algunos desafíos que todavía deben ser superados. La fragmentación regulatoria entre jurisdicciones y la interoperabilidad entre redes siguen siendo puntos sensibles. No obstante, las pruebas exitosas muestran que se trata de problemas de ejecución, no de viabilidad.
La diferencia frente a ciclos anteriores es tangible. Hoy existen reglas, sistemas en producción y demanda institucional verificable. La pregunta ya no es si la tokenización llegará a las finanzas globales, sino qué actores lograrán escalarla primero y a qué velocidad.
