Puntos clave de la noticia:
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China permitirá obtener intereses con el yuan digital desde el 1 de enero de 2026, un ajuste que transforma al e-CNY de dinero digital en dinero de depósito.
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El e-CNY pasa a generar rendimiento para aumentar su adopción, apoyándose en su estatus legal obligatorio que lo diferencia de apps como Alipay y WeChat Pay.
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El Banco Popular seguirá a cargo del control monetario y la trazabilidad.
China está ajustando de forma profunda el diseño de su moneda digital. A partir del 1 de enero de 2026, el Banco Popular de China permitirá que los bancos comerciales paguen intereses sobre los saldos en yuan digital.
Este cambio redefinirá el rol del e-CNY dentro del sistema monetario. La idea detrás de esta reforma es corregir una debilidad clara: hasta ahora, el yuan digital funcionaba como efectivo electrónico, útil para pagar, pero poco atractivo para mantener saldos a largo plazo.
El yuan digital deja de operar únicamente como dinero digital y pasa a comportarse como dinero de depósito. En términos prácticos, el usuario ya no solo podrá gastar o transferir yuanes digitales, sino también obtener un rendimiento básico por mantenerlos. Ahora el yuan digital compite no solo con el efectivo, sino también con cuentas bancarias tradicionales y plataformas privadas de pagos. Sin embargo, los rigurosos controles del gobierno chino sobre esta CBDC, son una alerta para usuarios del resto del mundo ante el avance de estas monedas digitales. Está más claro que nunca que las CBDCs son un intento desesperado de los gobiernos por limitar la libertad financiera de los ciudadanos.

El objetivo es fomentar su adopción. A pesar de los años de pruebas, el uso del e-CNY sigue por detrás de Alipay y WeChat Pay en la vida diaria de las personas. Esas aplicaciones dominan los pagos móviles, pero carecen de un atributo clave que sí tiene el yuan digital: estatus de moneda de curso legal. En China, los comercios están obligados a aceptar el e-CNY. Las plataformas privadas no gozan de esa condición. La introducción de un sistema que genera intereses acompañará esa ventaja regulatoria y reducirá los incentivos para mantener fondos fuera del sistema oficial.
China Seguirá Imponiendo un Estricto Control de Trazabilidad
En cuanto a la experiencia del usuario, el yuan digital no cambiará de forma radical. Permite pagar, transferir y administrar saldos desde el teléfono, de manera similar a cualquier wallet móvil. La diferencia estará centrada más que nada en la arquitectura. El e-CNY cuenta con respaldo directo del banco central y se integra al núcleo del sistema monetario, no a una capa privada construida por encima de este.

China ya realizó su primera transacción internacional con yuanes digitales en Laos y continúa ampliando la infraestructura de pagos transfronterizos. La plataforma mBridge, que conecta a varios bancos centrales, permite realizar liquidaciones instantáneas entre países sin recurrir a intermediarios bancarios tradicionales.
No obstante, el pago de intereses tiene condiciones implícitas. El control sigue en manos del banco central, tanto sobre la política monetaria como sobre la trazabilidad del dinero. China no busca replicar un sistema descentralizado. Busca eficiencia, adopción y alcance internacional, pero bajo una estricta supervisión estatal.




