Binance, la renombrada exchange de criptomonedas que se ha convertido en un elemento básico en el panorama de los activos digitales, ha estado tejiendo una red de intrigas para evitar la amenaza de enjuiciamiento por parte de las autoridades estadounidenses.
Según un informe reciente del Wall Street Journal, la compañía desarrolló un astuto plan para evadir posibles ramificaciones legales mediante el lanzamiento de una entidad estadounidense en 2019.
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A medida que se acercaba la inminente ofensiva de los reguladores estadounidenses contra los criptojugadores offshore no regulados, cualquier demanda de estas autoridades habría sido similar a una «lluvia radiactiva» para Binance y sus funcionarios. Esta advertencia, realizada por un ejecutivo de Binance a sus colegas en un chat privado, revela lo mucho que estaba en juego en esta empresa.
El informe se basa en mensajes y documentos de 2018 a 2020 revisados por The Wall Street Journal y entrevistas con antiguos empleados para pintar un cuadro de las maquinaciones de Binance. La empresa, fundada en 2017, y Binance.US están más entrelazadas de lo que han revelado públicamente, mezclando personal y finanzas y compartiendo una entidad afiliada que compraba y vendía criptomonedas.
Binance.com operaba principalmente desde centros en China y Japón, aunque una quinta parte de sus clientes tenía su sede en Estados Unidos. Binance.US, por su parte, tiene su sede en San Francisco.
Sin embargo, el informe revela que los desarrolladores de Binance en China mantenían el código de software que soportaba las billeteras digitales de los usuarios de Binance.US, lo que potencialmente daba a Binance acceso a los datos de los clientes estadounidenses.
Desde 2020, el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores han estado investigando la relación de Binance con Binance.US, citando citaciones y personas familiarizadas con el asunto.
Los reguladores estadounidenses podrían reclamar el poder de vigilar todo el negocio de Binance si determinan que Binance tiene control sobre su entidad estadounidense.
En respuesta al escrutinio, un portavoz de Binance señaló que la empresa ya había reconocido que no contaba con el cumplimiento y los controles adecuados durante esos primeros años. El portavoz añadió que Binance es ahora una empresa muy diferente en lo que respecta al cumplimiento.
Este último informe sobre Binance y sus esfuerzos para evitar la persecución por parte de las autoridades estadounidenses es sólo un ejemplo de los desafíos de los exchanges de criptomonedas centralizados. Tales declaraciones ponen de relieve los defectos y deficiencias inherentes de estos sistemas centralizados, dejándolos vulnerables al escrutinio regulatorio y a posibles acciones legales.
Cada vez está más claro que los sistemas descentralizados pueden ser una mejor solución para el futuro de las criptomonedas. Al descentralizar el poder y el control, estos sistemas ofrecen mayor transparencia y seguridad, reduciendo el riesgo de fraude y manipulación.
Aunque los exchanges descentralizados aún están en pañales y se enfrentan a desafíos, representan un desarrollo emocionante y prometedor de la criptomoneda.
Ver cómo se desarrollan y compiten los exchanges centralizados y descentralizados será fascinante a medida que evolucione el panorama de las criptomonedas.