La UE había rechazado recientemente una propuesta que instaba a imponer una prohibición a la minería de criptomonedas este año. Sin embargo, se espera que se apliquen muchas más regulaciones en un futuro próximo.
Se hará en un esfuerzo por controlar o reducir los efectos medioambientales impuestos por la minería de criptomonedas. A pesar de las innumerables medidas para mejorar la eficiencia energética, Bitcoin ha conseguido un aumento de más del 40% en el consumo de energía.
Teniendo en cuenta este aumento, se espera que los reguladores actúen muy probablemente contra la criptomoneda. El Consejo de Minería de Bitcoin se encarga de representar a las 51 mayores empresas de criptomonedas de todo el mundo. Es el encargado de proporcionar estos datos. Como se menciona en su informe del tercer trimestre, se entiende que la minería de Bitcoin consume un total del 0,16% de la producción mundial de energía. Por otro lado, Bitcoin también es responsable del 0,10% de las emisiones de carbono del mundo.
Además, el aumento del consumo de energía puede relacionarse con el incremento de la tasa de hash de la red en un 8,34% en el tercer trimestre de este año. Se cree que el aumento de la tasa de hash es un resultado directo del uso de hardware de minería eficiente. Además, los mineros tienen mejores balances al poseer un mayor porcentaje de la red de hash power.
La minería de Bitcoin en aguas calientes
Los mineros de Bitcoin están sufriendo la presión de los ecologistas que afirman que un consumo de energía tan grande supone una amenaza para el medio ambiente. El 18 de octubre, la UE presentó un esbozo en el que se destaca el plan de acción múltiple para poner en marcha el Acuerdo Verde Europeo y el Plan REPowerEU. Ambos están elaborados con el propósito de supervisar y analizar las actividades de las criptomonedas y sus efectos en el medio ambiente.
Por otro lado, el Observatorio y Foro Europeo de Blockchain también se adelantó con la sugerencia de considerar múltiples medidas para controlar los impactos en el medio ambiente causados por el sector de los activos digitales. Por el momento, estas medidas ya se han aplicado de forma limitada. El objetivo principal es reducir el consumo global de energía para luchar contra los recortes en el suministro energético de Rusia.
El impulso a la aplicación de una normativa más estricta se debe a que la UE rechazó una propuesta a principios de este año. Cabe mencionar que la propuesta habría impuesto inevitablemente una prohibición de la minería de criptomonedas. En resumen, parece que los consejos reguladores de Estados Unidos están un paso por detrás de los de la UE.