Puntos clave de la noticia:
- Brian Armstrong sostiene que las multas de la UE a las tecnológicas de EE. UU., que cifra en €3.8 mil millones frente a €3.2 mil millones en impuestos, equivalen “borderline” a saqueo.
- Advierte que la sobreregulación y un crecimiento sólido no pueden coexistir mientras la Digital Services Act y MiCA endurecen la supervisión de plataformas y mercados cripto.
- Coinbase fue multada con €21.5 millones en Irlanda por fallos de AML, lo que pone de relieve la tensión entre el discurso de innovación y las expectativas regulatorias.
El CEO de Coinbase, Brian Armstrong, ha intensificado sus críticas a la postura regulatoria de Europa, alegando que el bloque está extrayendo un valor desproporcionado de las grandes tecnológicas estadounidenses mediante acciones punitivas en lugar de una tributación transparente, después de calificar la creciente dependencia de la Unión Europea de las multas contra plataformas de EE. UU. como “saqueo borderline” en una publicación en X. Presentó los datos de 2024 que citó como prueba de una estrategia económica que convierte la regulación en un centro de beneficio.
At some point with enough regulation producing fines, it borders on looting.
You can have more fines from over-regulation, or you can have a growing economy, but you can't have both. https://t.co/nMXjVGevpu
— Brian Armstrong (@brian_armstrong) December 9, 2025
Multas, MiCA y una brecha transatlántica en expansión
Armstrong afirmó que la UE impuso el año pasado €3.8 mil millones en multas a empresas tecnológicas de EE. UU., frente a €3.2 mil millones en impuesto de sociedades pagados por todas las empresas europeas de internet que cotizan en bolsa, argumentando que cuando los ingresos por sanciones superan a la recaudación fiscal normal, se revela un mix de políticas que prioriza la extracción sobre el crecimiento a largo plazo. A su juicio, los gobiernos pueden tener más multas por sobreregulación o una economía en expansión, pero no ambas cosas a la vez.
Sus comentarios llegan mientras Bruselas refuerza la supervisión de las plataformas digitales mediante la Digital Services Act, un marco que ya ha producido sanciones de alto perfil, incluida una multa de €120 millones contra X por presuntas infracciones de las normas de contenido, alimentando la idea de Armstrong de que las empresas estadounidenses están siendo tratadas como fuentes de ingresos convenientes y no como socios de la economía digital europea. Advirtió que una aplicación agresiva del marco podría enfriar la innovación en sectores que van desde las plataformas online hasta la inteligencia artificial y la tecnología financiera.
Al mismo tiempo, la UE está desplegando su normativa Markets in Crypto Assets, el primer marco integral de cripto entre las grandes economías, y Coinbase ha situado Irlanda como su hub regulatorio europeo para adaptarse, abrazando públicamente la necesidad de cumplir con MiCA incluso mientras se opone a lo que percibe como un trato desproporcionado a las firmas con sede en EE. UU.. La empresa ha señalado que unas normas previsibles y “passportables” pueden ser una ventaja competitiva si se aplican de forma coherente entre jurisdicciones.
Sin embargo, la propia Coinbase ha asumido consecuencias bajo este mismo régimen más estricto. El Banco Central de Irlanda multó recientemente a Coinbase Europe con €21.5 millones por fallos de monitorización de blanqueo de capitales entre 2021 y 2025, subrayando la insistencia de los reguladores en que incluso los defensores más visibles de la innovación deben invertir en sistemas de vigilancia y controles de riesgo. A medida que avanzan los debates sobre MiCA y la política digital, el comentario de Armstrong sobre el “saqueo borderline” cristaliza una disputa transatlántica más profunda sobre cómo equilibrar la protección al consumidor, la política fiscal y la competitividad de los campeones tecnológicos de EE. UU.
