Puntos clave de la noticia:
- Ejecutivos de Coinbase, Chainlink, Kraken, Ripple, Circle y otros se reúnen con senadores demócratas liderados por Kirsten Gillibrand para abordar la regulación del mercado cripto.
- La convocatoria radica en el rechazo del sector a una propuesta que trataría proyectos DeFi invisibles como intermediarios financieros, lo que generó alarma por su impacto en el desarrollo.
- El encuentro busca generar un marco normativo que equilibre innovación y protección, con riesgo real de fuga de talento y capital si EE.UU. no actúa con claridad.
Una mesa redonda esta semana en Washington D.C. ha generado un inusual grado de expectación dentro del sector cripto: ejecutivos de empresas de activos digitales se sentarán con legisladores demócratas del Senado para debatir normas emergentes sobre el mercado. Con voces que van desde Coinbase hasta Chainlink y Kraken, el encuentro apunta a una recalibración de la relación entre el ecosistema cripto y la regulación federal.
Detalles de la reunión
La sesión estará presidida por la senadora Kirsten Gillibrand (D-NY) junto a otros demócratas como Cory Booker, Mark Warner y John Hickenlooper, e incluirá a ejecutivos de empresas clave del sector digital. Los legisladores pretenden reanudar el trabajo regulatorio tras el revuelo provocado por una propuesta filtrada que hubiera calificado desarrolladores de finanzas descentralizadas (DeFi) como intermediarios financieros tradicionales.
El borrador original suscitó críticas de que no entendía el funcionamiento real del software abierto ni de las aplicaciones descentralizadas, que operan sin intermediarios tradicionales. Ejecutivos del sector han advertido que una regulación mal diseñada puede empujar la innovación fuera de Estados Unidos hacia Europa o Asia.
Durante la reunión, se espera que los líderes ofrecidos planteen sus preocupaciones sobre las actuales lagunas normativas y propongan esquemas que equilibren protección al usuario e innovación tecnológica. En paralelo, los senadores buscan mostrar voluntad de diálogo y respuesta ante un sector que acusa falta de claridad regulatoria y riesgo de fuga de personal y capital hacia jurisdicciones más flexibles.
Para ambos lados esta cita reviste carácter estratégico: para los reguladores, serviría como un primer paso hacia normas que den certeza a un mercado cuyo volumen y alcance crecen aceleradamente; para las compañías cripto, es una oportunidad para influir en el marco que definiría su futuro. Aunque el tono es colaborativo por ahora, la tensión latente sugiere que la tranquilidad del encuentro depende de si se concretan compromisos que eviten nuevas filtraciones o propuestas que detonen más resistencia.