Puntos clave de la noticia
- La administración Biden propone un impuesto del 30% sobre la electricidad utilizada por los mineros de Bitcoin.
- Incluso los mineros que generan su propia electricidad con fuentes renovables estarían sujetos a este impuesto.
- Críticos argumentan que la verdadera intención es suprimir BTC y preparar el terreno para una Moneda Digital del Banco Central (CBDC).
La administración del presidente Biden ha revivido una propuesta que ha causado revuelo en la comunidad de las criptomonedas: un impuesto del 30% sobre la electricidad utilizada por los mineros de Bitcoin.
Este impuesto, conocido como el Impuesto Energético para la Minería de Activos Digitales (DAME), tiene como objetivo reducir la actividad de minería de criptomonedas, particularmente la de Bitcoin, debido a las preocupaciones sobre su impacto ambiental.
Biden administration is proposing a 30% tax on electricity used by #bitcoin miners, even if you are off-grid using your own solar and wind generation. All of the reasons they provide are pretextual, their real reason is that they want to suppress Bitcoin and launch a CBDC. pic.twitter.com/juNHvO2NBx
— Pierre Rochard (@BitcoinPierre) March 12, 2024
La propuesta, que inicialmente parecía haber sido archivada, fue nuevamente presentada en el informe de propuestas de ingresos fiscales para el próximo año fiscal de la Casa Blanca.
Esto ha generado una reacción negativa entre los mineros de Bitcoin, quienes afirman que esta medida busca restringir el desarrollo de BTC y allanar el camino para una Moneda Digital del Banco Central (CBDC).
Uno de los principales puntos de crítica es que este impuesto se aplicaría incluso a los mineros que generan su propia electricidad a través de fuentes renovables, como la energía solar o eólica.
Esto contradice la justificación del impuesto de incentivar la adopción de energías verdes para Bitcoin
Los críticos argumentan que la verdadera intención detrás de esta propuesta es obstaculizar el crecimiento de Bitcoin y promover alternativas controladas por el gobierno, como las CBDC.
Figuras prominentes en la comunidad de las criptomonedas, como Pierre Rochard y Marty Bent, han expresado su oposición a la propuesta.
Rochard ha calificado las razones proporcionadas para el impuesto como pretextos, afirmando que el verdadero objetivo es suprimir Bitcoin.
Bent ha señalado que la minería de Bitcoin, lejos de ser perjudicial para el medio ambiente, en realidad aprovecha la energía excedente y desperdiciada, lo que proporciona un beneficio económico.
El DAME propone un impuesto gradual del 30% sobre el costo de la electricidad utilizada en el proceso de minería, que se implementaría en tres años, comenzando en un 10% en el primer año y alcanzando el 30% en el tercer año y en adelante.
Los mineros de Bitcoin estarían obligados a reportar su consumo y costos de electricidad, estableciendo una base impositiva vinculada directamente a su consumo de energía.
La propuesta del impuesto DAME ha generado controversia dentro de la comunidad de las criptomonedas y plantea importantes preguntas sobre la regulación del espacio y el papel del gobierno en su desarrollo futuro.