A finales del mes de junio, un usuario de la red social china TikTok, James Galante, lanzó un curioso reto: animaba a comprar criptomonedas, en concreto, Dogecoin. En un video del pasado 2 de julio, Galante explicaba que Dogecoin apenas tenía valor, pero que, teniendo en cuenta que hay 800 millones de usuarios en TikTok, si empezaban a comprar y se llegaba a 1$ por criptomoneda, podrían ganar mucho dinero. Según sus cálculos, con una inversión de 25$, se podrían conseguir 10.000$. Evidentemente, con semejante gancho, en apenas unos días, el reto se ha vuelto viral, no solo en TikTok, sino que también ha llamado la atención de los usuarios de Twitter.
El uso de las criptomonedas se está expandiendo a ámbitos cada vez más diversos. Negocios tradicionales están ampliando su oferta para ofrecer la posibilidad de utilizar criptomonedas; algunos ya se habían transformado primero para adentrarse en el mundo digital, como el casino online o los comparadores de agencias de viajes, pero incluso algunos organismos oficiales físicos, como instituciones gubernamentales o financieras, también se han apuntado a la criptomoneda. Por lo tanto, en esta expansión no es de extrañar que aparezcan también criptomonedas cuya única finalidad es reírse un poco del sistema.
Así nacía Dogecoin en diciembre de 2013, como una broma. La idea inicial de sus creadores, Billy Markus y Jackson Palmer, era crear una criptomoneda que, en cierto modo, se “colase” en el mercado y superase geográficamente el alcance de Bitcoin. Utilizaron como imagen al perro del meme “Doge”, que se había hecho viral ese año y en el que aparecía un perro de raza Shiba Inu con distintos textos en la fuente Comic Sans. La ironía es que Dogecoin generó rápidamente una amplia comunidad online, y para enero de 2014 ya había alcanzado una capitalización de 60 millones de dólares. Dogecoin (DOGE) formaba parte del sistema.
En el momento en el que Galante lanzó a través de TikTok el reto de comprar criptomonedas, el valor de Dogecoin estaba lejos de 1 dólar. El 8 de julio, después de que Dogecoin hubiera sufrido un aumento del 40% en 24 horas, una moneda valía unos 0’0039$. Eso después de varios días creciendo. En las 24 horas siguientes a la publicación del video, el volumen de trading con la moneda había alcanzado lo 878 millones, unos números que no se veían desde 2018; esta cifra supone un 683% más que el volumen medio del año pasado.
La “viralidad” de este fenómeno ha impulsado a los responsables de Dogecoin a lanzar un mensaje de calma a través de sus redes sociales. Desde la compañía se advertía de que hay que tener cuidado con las intenciones de aquellos que quieren hacernos comprar cosas, ya que normalmente no son expertos financieros. El mensaje termina con un “Stay safe. Be Smart”: mantente a salvo, sé listo.
El poder de TikTok está alcanzando cotas y se está adentrando en terrenos difíciles de anticipar. Fue fundado en septiembre de 2016 por la compañía china ByteDance, aunque no llegó a Estados Unidos hasta agosto de 2018. En poco más de tres años, más de 800 millones de personas utilizan esta aplicación para compartir vídeos, y ya está disponible en 40 idiomas. Nació como una herramienta para crear y compartir vídeos musicales cortos en los que se ve a los usuarios bailando o haciendo lip-sync (cantar en playback). Una idea simple que ha resultado muy atractiva para millones de personas de todo el mundo, quienes han empezado a lanzar retos cada vez más sofisticados. Incluso se han utilizado los desafíos de TikTok para empresas. Ahora les ha llegado el turno a las criptomonedas.
Este rápido crecimiento de TikTok, especialmente en los últimos meses, ha generado desconfianza en varios países, más que nada por su origen chino, y ya ha dejado de estar disponible en algunas plataformas. Veremos hasta dónde llega esta nueva “moda” del TikTok y su relación con el mundo de las criptomonedas.