La tecnología de blockchain ha dejado fuera de toda duda su potencial para adaptarse a un sinfín de aplicaciones prácticas, y las apuestas deportivas y el juego online no han sido una excepción. El número de proyectos relacionados con la creación de plataformas para los aficionados a este tipo de entretenimiento no ha parado de crecer sobre la idea de ofrecer un espacio descentralizado que garantice la máxima transparencia y seguridad al cliente, sin descuidar el componente social tradicionalmente asociado a este tipo de actividad.
En la actualidad, Oddschecker sigue adoptando una política prudente al respecto, aunque esta puede cambiar en el futuro, ya que la implementación de contratos inteligentes para la determinación de apuestas supondría una distribución de la carga que soporta el back end responsable de todo el proceso de valoración y pagos. Este tipo de sistema parece especialmente apropiado para las apuestas cruzadas o de intercambio (betting exchange), donde son los propios usuarios los que ofrecen las cuotas del evento, e incluso podrían proponer mercados propios, al estilo de las cada vez más populares apuestas personalizadas.
Para el usuario, la pérdida de peso de la figura del corredor o casa de apuestas supone una reducción en las comisiones y el margen en la gestión de cuotas (book percentage), lo que redunda en un mayor retorno en la mayoría de los casos. A esto se suma la confianza que ofrece un sistema donde todas las apuestas se registran y están accesibles de forma pública, lo que soluciona una de las grandes reticencias de los jugadores regulares: la falta de transparencia en la evolución de las cuotas y la dificultad para evaluar su evolución. Los contratos inteligentes aseguran que las condiciones de las apuestas y el movimiento de fondos estén protegidos por la propia tecnología de la cadena de bloques.
En el mundo de las apuestas deportivas existen muchos tipos diferentes de jugadores, que se sitúan a lo largo del segmento que va del jugador esporádico, que solo busca el componente lúdico que conlleva la realización de apuestas, y el jugador profesional, cuyo objetivo es maximizar la rentabilidad de su cartera de eventos. Las características inherentes a un ecosistema sólido de cripto apuestas ofrecerían ventajas para ambos perfiles.
El jugador ocasional podría optar por la búsqueda de un componente más social con “pools” o grupos de apostadores más reducidos. Así, se podrían habilitar espacios donde las apuestas ofrecidas e igualadas solo sean posibles dentro de un espacio de confianza donde los jugadores se conocen entre sí. La empresa solo actuaría como intermediaria entre pares y su beneficio procedería de una comisión fija y pública sobre el volumen de la apuesta intercambiada entre los miembros de un determinado grupo.
En el caso de los grandes apostadores, la primera ventaja resulta evidente: superar los límites de las apuestas tradicionales sin perjuicio de unas cuotas atractivas. Resultaría sencillo crear espacios de confianza para este tipo de clientes, que se asegurarían la práctica inmediatez en los cobros con la garantía de que sus transacciones quedarían registradas y que la transparencia de las operaciones sería máxima.
Otro sector que también se vería beneficiado por el uso de plataformas de cripto apuestas sería del de los afiliados, una figura bastante habitual en el mundo de las apuestas deportivas. Un afiliado colabora con una casa de apuestas para dirigir un tráfico de usuarios hacia la misma y, a cambio, recibe un porcentaje de las comisiones que generan sus referidos. Actualmente, el seguimiento de este tipo de conversiones está lejos de ser transparente, pero, con un modelo sustentado por la tecnología blockchain, se podría automatizar el retorno para que este fuese prácticamente inmediato. Además, el afiliado podría saber el total de jugadores referidos a la plataforma de apuestas, el momento de registro y el volumen de juego en cualquier momento, sin tener que esperar a la hoja de resultados que le proporcione la compañía responsable.
Las ventajas del uso de cadenas de bloques en el sector del juego online son evidentes y, aunque habría que ajustar su oferta a las singularidades específicas de cada región, todo apunta a que, en el futuro, el jugador tendrá más control sobre su juego y ganará en transparencia.
